En el barrio de Belgrano hay un pasaje oculto muy pintoresco ubicado entre las calles La Pampa y Conesa al que solamente se puede acceder caminado y al que muchos vecinos llaman cariñosamente “Callejón Diagón”, en honor al lugar ficcional al que Harry Potter iba a comprar libros y varitas mágicas.
Se trata del pasaje Dr. Bernardo Vélez, que está ubicado apenas a dos cuadras de la estación de trenes de Belgrano R, en un entorno tranquilo rodeado de bares, confiterías y pequeños negocios barriales.
Para acceder a este pasaje hay que tomar como punto de referencia la esquina de las calles La Pampa y Conesa: a escasos 20 metros de allí, y perdida entre la fachadas de las casas del barrio, se encuentra la pequeña entrada al pasaje Dr. Bernardo Vélez, que está surcada por tres vallas para evitar que ingresen las motos.
El Pasaje Dr. Bernardo Vélez tiene 99,26 metros de longitud y es una calle sin salida tranquila en la que conviven las entradas a distintas casas y edificios. Además, es un lugar bastante frondoso debido a que hay muchos árboles y espacios verdes que amenizan las fachadas edilicias de cemento, ladrillo y concreto.
Cuando llega la noche este pasaje quiere una fisonomía especial cortesía de las tenues luces amarillas que entregan sus faroles, en la que además se respira una atmósfera de encanto y tranquilidad.
Cómo visitar el pasaje Dr. Bernardo Vélez en Belgrano R:
- Todas las personas pueden visitar el Pasaje Dr. Bernardo Vélez en forma gratuita y en cualquier día y horario, debido a que es un espacio público que pertenece a a la Ciudad de Buenos Aires.
- Hay que tener en cuenta que el pasaje peatonal Dr. Bernardo Vélez es “uno de los pocos paisajes públicos estrictamente peatonales de Buenos Aires”, según destaca Pablo Bedrossian, experto en la arquitectura de la Ciudad de Buenos Aires, por lo que visitarlo es una experiencia única.
El Callejón Diagon de Harry Potter
En la saga de libros de Harry Potter, escrita por J.K. Rowling, aparece de manera recurrente el Callejón Diagon, que es un pasaje ficticio y oculto en el corazón de Londres en el que brujas, magos y estudiantes, pueden ir a comprar todo lo que necesitan para hacer sus trucos de hechicería.
Allí Harry Potter compró su primera varita mágica, en el icónico negocio Ollivander´s y también sus libros de estudio. El pasaje Dr. Bernardo Vélez se asemeja al Callejón Diagón en el sentido en que es una callejuela oculta y por ende los vecinos lo llaman cariñosamente de esa manera, aunque en realidad el Callejón Diagón es un lugar mucho más oscuro y con construcciones añejas británicas, según se destaca en la saga de libros.