Dos meses después de su último partido oficial, Lionel Messi volvió a competir, marcó un doblete y dio una asistencia al uruguayo Luis Suárez para encaminar la remontada del Inter Miami en el Chase Stadium de Fort Lauderdale por 3-1 sobre el Philadelphia Union en la MLS estadounidense.
Hacía 105 días que Messi no llevaba la camiseta del Inter Miami. Su último partido había sido ante Saint Louis el pasado 2 de junio, cuando anotó su duodécimo gol en doce partidos y con los de anoche llegó a catorce goles en trece. Juega a placer, se divierte y marca diferencias con facilidad, dejando en evidencia a defensas no acostumbradas a este tipo de presión.
Al finalizar el partido, Leo contó: "Estoy un poco cansado. La humedad y el calor de Miami no ayuda mucho tampoco, pero tenía muchas ganas de volver, mucho tiempo fuera de las canchas. De a poquito fui entrenando con el grupo, me fui encontrando bien y por eso decidimos que iba de arranque. Muy contento y muy feliz".
"Sabemos el plantel que tenemos. Somos realistas y nos hacemos cargo. Pero durante el año tuvimos problemas con las lesiones y nos faltaron jugadores y el grupo siempre salió adelante. Ahora estamos primero con una gran diferencia, merecidamente, ojalá podamos terminar en lo más alto por lo que significa y por lo que se viene después también", cerró.
Inter Miami lleva cinco victorias consecutivas y es cada vez más líder del Este de la MLS, con 62 puntos, ya a un paso de celebrar la victoria del Supporters' Shield al mejor club de la temporada regular. El equipo del técnico Gerardo Martino suma diez puntos más que el Cincinnati, segundo, a seis jornadas del final de la etapa regular.