Omar Arnaldo Palma, gloria y emblema de Rosario Central, murió este lunes a causa del accidente cerebrovascular hemorrágico que había sufrido el 30 de septiembre por la mañana, mientras tomaba mates junto a su familia en Ibarlucea. Estuvo internado durante una semana en la terapia intensiva de un hospital de la ciudad. La ciudad y el club de Arroyito, de luto, despiden a uno de sus más grandes ídolos deportivos.
El exjugador, de 66 años, se encontraba en su hogar de la localidad vecina, a pocos kilómetros de Rosario, cuando se descompensó y fue llevado de urgencia al hospital Eva Perón de Granadero Baigorria, donde lo atendieron en primera instancia. Allí diagnosticaron que había sufrido un accidente cerebrovascular.
Su muerte fue confirmada este martes por la mañana por el equipo de comunicación del Hospital Italiano donde permanecía internado desde el pasado 30 de septiembre.
Luego el "Negro" fue derivado al Hospital Italiano de Rosario, donde estuvo internado en estado crítico durante siete días, hasta que este lunes desde el centro de salud confirmaron la triste noticia de su muerte.
Palma fue el jugador más ganador en la historia de Central. Logró tres campeonatos en Primera: el Nacional 1980, el Torneo de Primera División1986/87 y la Copa Conmebol en 1995, además del ascenso a la máxima categoría en 1985. En los partidos claves y definitorios siempre convirtió goles.
Tuvo tres ciclos como futbolista en Central: 1979-85, 1986-87 y 1992-98. Disputó 390 partidos (352 como titular y 38 desde el banco) y es el tercer jugador con más presencias en la historia del club detrás de Jorge José González (521 encuentros) y Alfredo Fogel (423). Hizo 64 goles (52 en la “A”, 10 en la “B” y 2 en la Copa Conmebol 1995).
Un diez talentoso con un panorama de juego que todavía está grabado en la retina de los hinchas canallas. Llevó su fútbol a Colón de Santa Fe en una breve estadía a préstamo. También tuvo un paso por River Plate, donde quedó en la memoria colectiva por un gol que le metió a Boca en el cierre de un Superclásico frenético, donde hubo dos penales fallados. Y en Veracruz de México, antes de su regreso definitivo a Rosario.
Nacido el 12 de abril de 1958 en Campo Largo, Chaco, Palma se mudó a Rosario a los diez años. Venía de un pueblito chaqueño de hacheros y campesinos a 40 kilómetros al sur de Presidencia Roque Sáenz Peña, al borde del bosque impenetrable.
Primero se había trasladado a Rosario su padre, Don Gerónimo, porque había conseguido trabajo en la Municipalidad. Luego de los primeros años en la villa de Empalme Graneros, los Palma se mudaron a barrio Sarmiento –a pocas cuadras del Gigante de Arroyito–.
“Cuando llegué veía que todos los chicos andaban con la camiseta de Central y ya me empezó a interesar y a gustar los colores –confía su primera impresión–. Y cuando tenía 9 años, los amigos del barrio me dijeron que íbamos a ir a ver la práctica de Central. Ahí me empezó a gustar Central”, contó Omar Arnaldo en una nota con El Gráfico.
A las inferiores canallas llegó con 13 años. Rápidamente se destacó por su técnica depurada, su visión de juego y su capacidad para ejecutar tiros libres. Pero los comienzos no fueron nada fáciles para ese pibe bajito y flaco.
Su debut en la Primera División fue el 21 de octubre de 1979 en la octava fecha del Campeonato Nacional. Ese día Rosario Central y Boca Juniors empataron 1 a 1 en un encuentro disputado en el estadio Gigante de Arroyito. El entrenador que lo hizo debutar fue Ángel Tulio Zof. En ese torneo, jugó 2 partidos y no convirtió goles. Durante el torneo Metropolitano del año siguiente, tuvo más continuidad pero no logró afianzarse como titular: jugó sólo 9 partidos.
Palma ganó su primer título de Primera con el club de Arroyito en el Nacional de 1980. En el encuentro de ida de la final de aquel torneo, el Negro señaló el segundo gol del equipo canalla frente a Racing de Córdoba. Aquella noche, Central derrotó a los cordobeses por 5 a 1 en el Gigante. En el juego de vuelta Palma fue titular nuevamente, y la caída por 2 a 0 ante el conjunto de La Docta no impidió la vuelta olímpica de los auriazules. En ese campeonato, disputó 7 encuentros y señaló un gol.
Luego del descenso sufrido en 1984, fue parte del plantel que logró el ascenso a la Primera División en 1985 de la mano del entrenador Pedro Marchetta. En el torneo de Primera B de ese año, el "Negro" anotó 10 goles: dos a Nueva Chicago y a All Boys, y uno a Quilmes Athletic Club, Deportivo Morón, El Porvenir, Club Atlético Banfield, Villa Dálmine y Sarmiento de Junín.
De enero a junio de 1986 pasó a préstamo a Colón de Santa Fe. Esto se produjo debido a que el fútbol argentino sufrió una gran reestructuración en sus calendarios, ya que todos los campeonatos organizados por la Asociación del Fútbol Argentino pasaron a disputarse desde junio a fines de mayo, a diferencia del sistema del "año calendario" que se venía implementando.
En julio de 1986 volvió a Central, según estaba convenido, y fue una de las piezas titulares en el equipo dirigido una vez más por Ángel Tulio Zof, que salió campeón del torneo de Primera División de la temporada 1986/1987. Palma resultó ser el goleador máximo del certamen, con 20 tantos señalados en 38 encuentros. Fue el encargado de patear el penal en la última fecha ante Temperley para establecer el 1 a 1 final que le dio el título a su equipo.
Etapas en River Plate y México
A mediados de 1987, luego de haber sido campeón y goleador, Rosario Central lo transfirió a River Plate. Con el equipo millonario jugó dos temporadas y obtuvo la Copa Interamericana de 1987, venciendo a la Liga Deportiva Alajuelense de Costa Rica.
En su primera temporada en el conjunto millonario, disputó 15 encuentros y señaló 5 goles.Uno de ellos fue el tercer gol convertido a Boca Juniors en el Superclásico del fútbol argentino de la temporada 1987/1988, disputado en el Estadio Monumental de Núñez. River 0-2 y lo terminó ganando 3-2 con gol de Palma sobre el final del encuentro.
Sobre mediados de 1989 Palma recaló en el fútbol mexicano, al ser contratado por los Tiburones Rojos de Veracruz. Después de varios años sin participar en la Primera División y múltiples rumores de traspasos de franquicias, un grupo de empresarios veracruzanos, apoyados por el gobierno estatal, adquirieron la franquicia del recién ascendido Potros Neza, para convertirla en Tiburones Rojos de Veracruz.
Los primeros meses de su estadía no fueron buenos para Palma ni para el plantel: debido al mal desempeño del equipo, el director técnico Héctor Sanabria fue despedido. Roberto Matosas tomó las riendas del plantel y al poco tiempo comenzaron a aparecer los buenos resultados en el torneo.
Como cierre de esa temporada, el club organizó un cuadrangular internacional donde se presentaron Botafogo de Brasil, Pumas de la UNAM de la Ciudad de México, y el Real Madrid de España. De ese cuadrangular, es recordado un gol que Palma le señaló al Real Madrid, en donde llevó el balón dominado por más de 40 metros eludiendo a varios adversarios antes de derrotar al arquero merengue Francisco Buyo.
Al año siguiente, Palma compartió plantel con su compatriota Edgardo Bauza, otro ídolo de Rosario Central. Esa temporada no lograron clasificar a la liguilla tras quedar relegados al segundo lugar del grupo, tras el Cruz Azul.
Regreso a Arroyito, nueva estrella y retiro
Sobre julio de 1992 Palma decidió regresar al club donde debutó y realizó la mayoría de su carrera futbolística. Tanto en 1992, como en 1993, las campañas del club fueron irregulares. En el Apertura de 1992, disputó 15 encuentros y señaló 2 goles, mientras que en 1993, jugó 35 partidos (sumando el Apertura y el Clausura) y anotó 4 tantos.
Otro momento de gloria llegaría el 19 de diciembre de 1995. Ya con casi 38 años, volvió a dar una nueva vuelta olímpica: sería la quinta oficial, y la cuarta con Rosario Central. Ese año, los canallas obtuvieron la Copa Conmebol (primer título internacional oficial del club), y el Negro fue uno de los integrantes más experimentados de aquel equipo.
En la definición por penales de la final, disputada frente al Atlético Mineiro de Brasil, Palma señaló el primero de su club en aquella tanda, derrotando al arquero brasileño Cláudio Taffarel. Fue en la inolvidable definición que el Canalla dio vuelta en su casa tras perder en Belo Horizonte por 4-0.
En 1998 tuvo una lesión que le impidió disputar muchos de los partidos del Torneo Clausura. Así, jugó solo 9 encuentros y no convirtió goles. Se retiró en junio de 1998 a la edad de 40 años, en la derrota 3 a 2 frente a Gimnasia y Esgrima de Jujuy en la última fecha del Torneo Clausura. El técnico era Miguel Ángel Russo.
Jugó 390 partidos y anotó 64 goles en Rosario Central.
El "Negro" como entrenador
La versión del Palma entrenador distó mucho de lo que supo entregar dentro de la cancha como futbolista. El 29 de marzo de 2011 inició su carrera como director técnico de Central, cuando el equipo estaba en la B Nacional, pero rápidamente renunció a su puesto en el mes de junio por desacuerdos con la dirigencia del club.
Dirigió desde la fecha 27 a la 37, un total de 11 partidos, donde obtuvo 17 puntos (ganó 5 encuentros, empató 2 y perdió 4).
En noviembre de ese mismo año asumió como entrenador de Central Córdoba de Rosario. Debutó ante Cambaceres y logró una victoria por 3 a 1. Se alejó de la conducción técnica del equipo a principios de abril de 2012 por amenazas anónimas que recibió todo su cuerpo técnico.
El Palma político
En 2005 se lanzó a la política y se convirtió en intendente de Ibarlucea, una localidad de cuatro mil habitantes que lo eligió como presidente comunal cuando militaba en el partido Frente para la Victoria.
”Acá somos alrededor de cuatro mil habitantes, pero el hecho de que sea un lugar chico también es problemático. Porque la gente sabe dónde vivo y si tiene algún problema viene y me golpea la puerta. La verdad, es mucha responsabilidad”, había dicho en su momento cuando recién asumía el cargo.