Silvina Escudero atraviesa tiempos convulsionados. Si bien su reciente participación en el Cantando le devolvió visibilidad en la pantalla chica, en el plano personal los desafíos no han dado tregua: un distanciamiento con su hermana Vanina, conflictos de salud persistentes y, por sobre todo, un episodio reciente que encendió alarmas.
El domingo por la tarde, en un clima que parecía presagiar tormenta, la noticia sacudió los portales: la bailarina había sido internada de urgencia. Según informó el periodista Oliver Quiroz en el programa Team Ubfal, Silvina llegó a la guardia del Cemic, acompañada por su madre, a las 16.50. “Se sintió descompuesta, con fuertes mareos. Estaban todos acompañándola, con su mamá a la cabeza. Está internada, podemos decir que quedó en observación”, detalló el panelista con tono grave, al reflejar la inquietud que comenzaba a extenderse.
Horas después, la conductora Laura Ubfal ofreció un panorama más amplio sobre los complejos momentos que la artista ha enfrentado. “Recordemos que Silvina Escudero pasó un momento muy difícil cuando perdió a su bebé. Fue un antes y un después en su vida. Se había casado, estaba embarazada y feliz, pero en ese momento perdió la criatura. Fue algo muy triste”, sostuvo con un dejo de nostalgia y dolor, evocando un episodio que marcó a fuego a la bailarina.
La incertidumbre crecía. En la misma tarde del domingo, el periodista Fede Flowers aportaba detalles desde su cuenta de X: “Silvina Escudero, en este momento en una clínica privada (Cemic), 16:50 h. Fue a la guardia porque no se siente bien, refiere mareos, descompuesta y un tanto nerviosa, acompañada de la madre”. Las palabras, escuetas pero precisas, reflejaban la tensión de esos instantes.
Sin embargo, poco después, ls propia Ubfal sorprendió al citar el fragmento de su programa y aclarar el cuadro de situación. “Después supimos que fue una fuerte contractura”, afirmó, lo que desactivó parte del dramatismo inicial. Aunque el diagnóstico trajo alivio, el revuelo no pudo evitarse. Así, la bailarina, siempre profesional, enfrenta estos vaivenes en plena previa de su debut con la obra Sex, bajo la dirección de José María Muscari, donde se esperaba su presencia para una nota en vivo.
En las primeras horas del lunes, la voz de la propia Silvina devolvió calma desde un video grabado en su hogar. En él, se mostró serena, aunque frágil, con las huellas del malestar todavía presentes: ”Bueno, buen día. Tuve una noche difícil. Dormí como pude. Creo que tengo tres horas de sueño encima, pero estoy bien. Y les agradezco a todos sus mensajes, que son lo más. Venimos de una semanita difícil, ¿no? Bueno, un mes, un año difícil. Muchas cosas, ya saben. Otras no. Podría contárselas, ¿por qué no? Para empaquetar el año y decirle ‘besote, chau’. Igual aferrándonos a lo positivo y al agradecimiento. Sí, un mal año. Pero acá estamos. Los quiero. Me tengo que ir a grabar, así que hoy me voy a tomar el día con toda la tranquilidad del mundo”, expresó con una mezcla de cansancio y gratitud, al intentar poner en palabras un cúmulo de emociones.
Un año marcado por el dolor, la incertidumbre y un malestar físico que ahora parece haber quedado atrás. Pero Silvina Escudero, fiel a su espíritu resiliente, vuelve a ponerse de pie, aferrándose a lo positivo. Y las redes sociales como canal de comunicación directo con sus seguidores. De hecho, respecto del presente de la relación con su hermana, hace solo un mes había publicado un texto con un fuerte componente emotivo.
“La persona que más necesitaba me enseñó que no necesito a nadie”, escribió la bailarina en una historia de Instagram, lo que generó una fuerte reacción entre sus seguidores. La frase, cargada de significado, fue interpretada por muchos como una clara referencia a su conflicto con su hermana Vanina. Sin dar más explicaciones, Silvina dejó entrever la profundidad de la ruptura y el proceso personal que atraviesa en medio del distanciamiento.