Calor y más calor en los jardines del Palacio Errázuriz. Pasados algunos minutos de la hora establecida, las 11 de ayer, alguien tuvo la buena idea de abrir algunas (pocas) sombrillas. Reparándose del sol y sin fijarse demasiado en las plantas, se paseaban por el lugar representantes extranjeros, ex secretarios de Cultura de la Nación, curadores, artistas, escritores, dramaturgos, directores de organismos provinciales, funcionarios de la gestión pasada que continúan en la actual, los recién llegados y hasta los que llegaron tarde.
Fue la escena principal de la presentación del gabinete del ministro de Cultura de la Nación, Pablo Avelluto, que eligió el renovado espacio abierto del Museo Nacional de Arte Decorativo para la foto oficial, incluida una selfie, de la que participaron casi todos sus funcionarios.
Sin anuncios concretos, Avelluto volvió a transitar por su discurso de federalizar la cultura y destacar el aporte y el "entusiasmo" de muchos empleados del ministerio que trabajan allí desde hace varias administraciones.
Sus palabras marcan ya un manual de estilo para el equipo, que abunda en términos como innovación, descentralización, gestión, creatividad, concursos abiertos, federalismo, consenso... "Siento un enorme compromiso federal y el trabajo cooperativo con todas las provincias y ciudades de la Argentina", dijo luego al agradecer a los funcionarios provinciales que participaron de la ceremonia. Anticipó que Cultura formará parte de "una nueva época de nuestro país" y que su nuevo equipo de colaboradores "combina la experiencia con el talento, la innovación y la juventud".
Alberto Manguel estuvo presente en la voz de Avelluto. El ministro contó que anteayer dialogó por teléfono con el próximo director de la Biblioteca Nacional, que temporariamente vive en Nueva York. Manguel asumirá su puesto a mitad del año próximo, por compromisos académicos previos. "Es un honor para nosotros contar con él", aseguró, y despertó uno de los aplausos más prolongados del mediodía.
Desfile con nuevo estilo
Por la imponente explanada neoclásica, subieron, primero, sus tres secretarios: Enrique Avogadro (Cultura y Creatividad), Iván Petrella (Cooperación Cultural) y Américo Castilla (Patrimonio Cultural). Luego, los tres subsecretarios: Carmen Porqueres de Sycz (Gestión Patrimonial), Débora Staiff (Cultura Ciudadana) y Andrés Gribnicow (Economía Creativa). Finalmente, el resto del equipo se sumó a la foto oficial.
Entre las sorpresas de la jornada, estuvo la confirmación de la permanencia en el equipo de Cultura de la arquitecta Liliana Piñeiro. Ex directora de la Casa del Bicentenario y responsable de las muestras artísticas del Centro Cultural Kirchner, ahora será la directora nacional de Patrimonio y Museos. "Falta hacer un análisis del área para dar un diagnóstico" de lo que recibirá a su cargo, admitió a LA NACION. Pero al igual que Castilla y que Sycz, el modelo por seguir será concursar todos los cargos de directores de museos nacionales. "Trabajaremos para sumar nuevas tecnologías, para que los museos estén en red, para poder incrementar el patrimonio cultural y para que las gestiones sean más transparentes", añadió Sycz.
En el área a cargo de Castilla, Claudia Cabouli fue designada directora nacional de Bienes y Sitios Históricos. "Es una empleada de toda la vida (de Cultura). Ha trabajado enormemente en las sombras", elogió el secretario de Patrimonio Cultural.
Aunque no formó parte de la foto oficial, Teresa Anchorena también participará de esta nueva etapa como presidenta de la Comisión Nacional de Monumentos Históricos. Ex secretaria de Cultura porteña, ex legisladora, galerista y coleccionista de arte, Anchorena confesó a LA NACION que le "gustaría continuar con las declaraciones (de monumentos históricos) y encontrar la manera de cuidar lo ya declarado y ponerlo en valor".
Avelluto sorprendió al invitar a la presentación a todos sus antecesores en el cargo. No estuvieron la ex ministra Teresa Parodi ni los tres secretarios de Cultura del tiempo kirchnerista. Tampoco participaron Darío Lopérfido, ministro de Cultura de la ciudad (aunque sí sus dos subsecretarias: Viviana Cantoni y Luciana Blasco) ni Hernán Lombardi, el ministro de Medios de quien dependerán el CCK y Tecnópolis. Sí, en cambio, asistieron hasta sorprendidos Carlos Gorostiza, Marcos Aguinis, Jorge Asís, Beatriz Gutiérrez Walker, Mario "Pacho" O'Donnell y Teresa González Fernández.
Estuvieron también las directoras del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, Victoria Noorthoorn, y de la Fundación Proa, Adriana Rosenberg; el escritor Carlos Gamerro; la escritora y editora Gabriela Massuh; Facundo Gómez Minujín (Arteba); el actor y director de teatro Rubén Szuchmacher; los agregados culturales de Francia, Jean-François Gueganno, y del Perú, Carlos Castilla, y los responsables del área en Formosa, Alfredo Jara, y de Tucumán, Mauricio Guzmán.
Cambios en el Fondo Nacional de las Artes
Ayer por la tarde, el ministro Pablo Avelluto hizo su primera visita al Fondo Nacional de las Artes (FNA). No fue en el momento más oportuno, pero su estilo de llegar sin avisar puede deparar sorpresas no gratas. Ya se había retirado Virgilio Tedín Uriburu, presidente del FNA, que será reemplazado por Carolina Biquard. Y hacía pocos minutos que los directores se habían enterado de la muerte de Héctor Valle, que estuvo al frente del FNA hace casi una década.
Todavía no está oficializada su designación y en el FNA sólo admitían rumores al respecto, pero por la mañana Carolina Biquard estuvo sentada en la primera fila del nuevo gabinete ministerial, con un impactante vestido verde, entre Américo Castilla y Juan Manuel Beati.
Presidenta de la Fundación Compromiso, Biquard ya ha transitado el palacete de la avenida Alvear. Fue directora nacional de Industrias Culturales de la Secretaría de Cultura de la Nación durante la gestión de José Nun.