Luego de la muerte de Nicolás Almada, el nene a quien su padrastro golpeó hasta matar, evidenció la ausencia del Estado que ya había intervenido anteriormente cuando Nicolás ingresó lesionado al hospital de Niños, tras ser encontrado en la calle por una agente policial.
Farías, quien fue ministro de Desarrollo Social de la provincia, en diálogo con la prensa sostuvo que “siempre que hablamos en términos de control el Estado debe buscar la mayor eficacia y la mayor extensión de los controles. Cuando hablamos de situaciones de niños y de casos de mayor complejidad deben extenderse a todos los hogares”.
Ante esta muerte, señaló que “lejos de buscar excusas nosotros tenemos que rever cómo se están realizando estos controles”.
Consultado sobre si la muerte del niño fue evitable, Farías, manifestó que “todas las muertes violentas son evitables, lo que habrá que ver es dónde, no sólo somo Estado sino como sociedad, fue que fracasamos”.
“Evidentemente sí era evitable”, reiteró el funcioanrio, “todo hecho tan desgraciado como es la muerte de un chico de seis años es evitable. Habrá que ver dónde estuvo el problema que no se pudo evitar”.