El gobernador Miguel Lifschitz tomó ayer la primera decisión política a raíz de las inundaciones: le pidió la renuncia al secretario de Recursos Hídricos, Roberto Jorge Porta.
El desplazado funcionario es de extracción radical, cercano al diputado Mario Barletta (ex funcionario de José Corral) y estaba bajo las órdenes de una de las principales espadas del gobernador en su gabinete, el ministro de Infraestructura, José León Garibay.
Su salida coincide con el planteo efectuado ayer por el gobierno nacional, que remarcó que la Casa Rosada no financia obras hídricas en Santa Fe por falta de proyectos presentados.
Así lo planteó el viceministro del Interior de la Nación, Sebastián García De Luca, quien advirtió que en Santa Fe no se está ejecutando ninguna obra hídrica con fondos nacionales porque la provincia "no presentó ningún proyecto", mientras que en Córdoba están ejecutando once intervenciones por más de 200 millones de pesos.
"Con el gobernador hemos avanzado en la creación de un Comité de Cuenca y en la elaboración de proyectos en conjunto, donde se realizan las obras interprovinicales. Ya llevamos once obras en ejecución entre Córdoba y Santa Fe, obras ya iniciadas en Córdoba y que fueron aceptadas por Garibay, que hoy están haciéndose del lado cordobés, porque así se ha planificado, porque el gobierno cordobés ya ha enviado los proyectos", señaló el viceministro del Interior.
Luego agregó: "Ahora quedamos con el gobernador de Santa Fe que vamos a empezar a trabajar para que nos envíe los proyectos propios".