La Organización Mundial de la Salud (OMS) insta disminuir el consumo de sal a 5 gramos diarios por persona para prevenir enfermedades no transmisibles que genera el exceso de sodio tales como el ACV, las enfermedades cardíacas y renales crónicas.
“Muchos alimentos todavía tienen sal añadida, incluso aquellos que no necesariamente tienen gusto salado como helados, gelatinas, galletas y premezclas. Esto genera un exceso de consumo en un marco donde la reducción de 3 gramos en el consumo de sal por día, podría evitar unas 6.000 muertes al año en nuestro país” argumentó el doctor Sebastián Obregón, Director del Consejo Argentino de Hipertensión Arterial de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC).
“Al hablar con los pacientes, se puede percibir el desconocimiento general que existe con respecto al consumo ‘involuntario’ de sodio. Leer las etiquetas al momento de efectuar la compra mensual puede generar una notable diferencia en el consumo diario de sal debido que dicho mineral es utilizado frecuentemente sólo como conservante, generando una ingesta excesiva que produce miles de muertes evitables por año”, puntualiza Obregón.
Como leer las etiquetas nutricionales
Cada vez más alimentos comienzan a sumarse a la adopción de leyendas que alertan sobre su bajo o alto contenido en sodio, a fin de ser consumidos con mayor conciencia. Aun así, muchas veces no queda claro de qué tan bajas proporciones de sodio aporta. Aquí las cantidades aproximadas.
•Bajo contenido de sodio: menos de 150 mg de sodio por porción de 100 gramos de producto.
• Contenido moderado de sodio: 150 - 400 mg de sodio por porción de 100 gramos de producto.
• Alto contenido de sodio: más de 400 mg de sodio por porción de 100 gramos de producto.