Tomar frío, comer mal o no cuidar la higiene son causas comunes de las enfermedades que se suscitan en la época de cambios de estación. Sin embargo, a veces casi sin aviso muchas personas se enferman y no entiende por qué. Mucha gente se acostumbra a luchar incluso en verano con gripes, anginas o fiebres inexplicables sin saber que la causa principal podría ser el descanso.
En el marco del Día Mundial del Sueño, celebrado este año el 17 de marzo según la Asociación Mundial de Medicina del Sueño (WASP, por sus siglas en inglés), es fundamental recordar el potente impacto que tiene dormir en la salud general.
Aunque investigaciones previas ya pudieron comprobar que no dormir aumenta el riesgo de enfermedad, una nueva prueba científica descubierta por Nathaniel Watson, un neurologista y especialista en sueño de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, ahora se podría conocer la razón.
Dormir mal puede bloquear los procesos genéticos específicos en las células que componen el sistema inmunológico, responsable de la lucha contra las infecciones y la enfermedad, de acuerdo con el nuevo estudio. "El sistema inmunológico no funciona de la forma en que está destinado cuando está privado de sueño", dijo Watson. En esta investigación es la primera vez que Watson y sus colegas son conscientes de lo que sucede con el ADN del sistema inmunológico cuando no está recibiendo un sueño adecuado. "Es una prueba más de lo importante que es el sueño para la
salud humana y la fisiología", dijo Watson.
Los investigadores siguieron a 11 pares de gemelos idénticos para este estudio. Uno de los gemelos informó dormir por lo menos siete horas por noche, mientras que el otro durmió aproximadamente una hora menos por noche.
Este tipo de procedimiento entre gemelos es positivo para controlar el hecho de que las necesidades de sueño varían según la persona, según explicó Watson. Los genes representan aproximadamente el 50 por ciento de las necesidades de sueño de cada persona, lo que significa que personas con una genética casi idéntica son una excelente opción para obtener una buena comparación.
Cada participante del estudio usó un monitor de seguimiento de movimiento durante dos semanas, lo que confirmó que un gemelo de cada pareja dormía, en promedio, una hora menos que el otro (incluyendo siestas). Los investigadores tomaron entonces muestras de sangre al final del estudio, lo que reveló que el sistema inmune del gemelo que dormía menos era menos activo que el gemelo que dormía más.
Aquellos que dormían menos, en realidad, estaban fabricando menos proteínas, las moléculas que corren nuestros cuerpos. "Tenían un sistema inmunológico de bajo rendimiento", dijo Watson de aquellos que dormían menos, "lo que les pondría en mayor riesgo de enfermarse".
Para controlar otros factores potenciales que podrían afectar la necesidad del sueño y la salud inmune, los investigadores excluyeron del análisis a las personas del estudio que tenían diabetes, depresión u otros problemas de salud mental y trastornos del sueño. También dejaron fuera a los trabajadores por turnos, los fumadores, los usuarios de drogas y los bebedores.
La lección que dejó el estudio fue una razón más para lograr una buena noche de sueño, tanto en calidad como en cantidad. "Es un elemento realmente importante de la salud humana", dijo Watson.
"El riesgo de sufrir una infección es otra razón de por qué la privación del sueño es dañina", dijo. Es entonces una parte más de la lista que ya incluye problemas como la reducción del rendimiento durante el día, depresión, hipertensión, enfermedades cardiovasculares, diabetes e irritabilidad.