El estudio, publicado este miércoles en la revista PLOS ONE, describe por primera vez los cambios anatómicos, estructurales y funcionales en el cerebro de las personas que nacen ciegas en comparación con las que desarrollan una visión normal.
Los investigadores del "Massachusetts Eye and Ear", ubicado en Boston, utilizaron imágenes por resonancia magnética para estudiar el cerebro de 12 personas con ceguera temprana (de nacimiento o desde antes de los tres años) y compararlo con los de un grupo de 16 voluntarios de la misma edad con visión normal.
Los científicos detectaron "conexiones mejoradas" en los cerebros de las personas con ceguera, con envíos de información entre áreas que no identificaron en los voluntarios con visión normal.
Estas conexiones cerebrales provocan una mayor sensibilidad del tacto, auditiva y olfativa, así como mejoras en la memoria y el lenguaje.
De acuerdo con los investigadores, esto pasa porque el cerebro de las personas ciegas logra "reconfigurarse" para potenciar otros sentidos en ausencia de estímulos visuales, un proceso derivado de la plasticidad neuronal.
"Incluso en el caso de una ceguera profunda, el cerebro se reconfigura para utilizar la información a su disposición e interactuar así con su ambiente de una manera más eficiente", recalcó Lotfi Merabet, uno de los investigadores.