Para quienes dejaron el tabaco, se recomienda hacer actividades que permitan resistir mejor la tentación de volver a fumar.
Lo mismo ocurre para los exfumadores en tratamiento que tienen la intención de dejarlo definitivamente. Veamos cómo evitar recaídas con ayuda de la actividad física y deportiva.
Ejercicios para exfumadores
Siempre se ha dicho que la actividad física y deportiva es indispensable para nuestra salud. Por otro lado, destacamos que una persona fumadora es bastante frágil, y es menos enérgica que una persona que no fuma y que practica una actividad física cotidiana. Esta última es más resistente y no se ve sometida a la esclavitud del cigarro.
De forma regular, un fumador corre el riesgo de sufrir mayores enfermedades como cáncer, al tiempo que reduce su duración de vida por culpa del tabaco. Por lo tanto, si una persona fuma o vuelve a fumar, su salud y su vida se ven puestas en peligro.
De esta forma es importante no volver a engancharse al tabaco y apostar por las actividades físicas y deportivas, ya que son un excelente elemento de motivación y permiten evitar las recaídas. La práctica de estas actividades es a la vez ocupacional, de ocio, y de fuente de vitalidad.
Los beneficios de dejar el tabaco
Tras algunos meses de haber dejado el tabaco, los exfumadores suelen tener un mayor gusto y un mejor olfato, así como un mayor deseo sexual, menos dolores de cabeza, vértigos y náuseas. Igualmente, la tos irá desapareciendo con el tiempo.
Pero también es cierto que estos exfumadores suelen ponerse más nerviosos, y sufren por culpa de algunos inconvenientes: pueden tener mayor apetito y terminar engordando más de la cuenta. También puede ser que busquen comer alimentos con más cantidad de azúcar.
Dejando de fumar, una persona gasta menos calorías y se ve inclinada a comer azúcar. Por esta razón, la actividad física es indispensable para aumentar el desgaste calórico y así combatir el aumento de peso.
En resumen, las actividades físicas y deportivas pueden realmente ayudar a las personas fumadoras a dejar definitivamente el tabaco, e impedir que vuelvan a recaer.
Algunos datos sobre el síndrome de abstinencia al tabaco:
A partir del tercer mes, el riesgo de reincidencia es menor, pero todavía es significativo hasta completar el primer año, superado ese lapso de tiempo, se considera que la adicción ha sido superada.
Si recaíste, suelen ser necesarios tres intentos o más para conseguir tu victoria. Cualquier esfuerzo te ayudará a conocerte mejor y a adquirir un hábito correcto para tus futuros intentos.
Tienes que saber diferenciar claramente los conceptos de caída y recaída: la recaída es volver a consumir cigarrillos de una forma habitual, sin embargo, la caída sólo supone un acontecimiento puntual. Es fumar un cigarrillo en una ocasión determinada, después de un tiempo sin fumar.
Una caída no implica una recaída, siempre y cuando se vuelva rápidamente a la abstinencia total. Si esto te ocurre, puedes aprovechar el suceso para ver dónde estuvo el error y buscar una estrategia alternativa al tabaco por si la situación vuelve a repetirse.
Afrontar una recaída:
Primero, detecta qué es lo que te ha producido bajar tu guardia. ¿Cuánto tiempo pasaste sin fumar?:
Si has recaído dentro de los primeros 15 días después de haber dejado de fumar, hay diversas causas posibles:
- Puede ser que el tratamiento que hacías no fuera el adecuado. Es recomendable que consultes a un profesional (por ejemplo, un médico o farmacéutico) para conseguir una mejora o el cambio del tratamiento.
- Puede ser que tu motivación para dejar de fumar no fuese demasiado alta.
- Puede ser que no te encontrabas en el momento más adecuado para dejar de fumar. A veces, en el caso de los fumadores que necesitan fumar para estimularse, es conveniente esperar una época de vacaciones o de bajo estrés, para dejar de fumar. En cambio, si se es un fumador que disfruta del placer de los cigarrillos y sólo fuma cuando está relajado, el mejor momento para dejarlo es una época de mucho trabajo. ¿Hay algún miembro de tu familia que sea fumador? Si es así, es más fácil recaer. Si fue por eso, pactá con él/ella unos espacios libres de humo, y hacele ver que su ayuda y colaboración es fundamental para que dejes de fumar.
- ¿Algún amigo te ha ofrecido un cigarrillo y no has podido o no has querido rechazarlo? Si ha sido así, comunicá a tus amigos que has dejado de fumar y que no querés que te ofrezcan más tabaco hasta que seas capaz de controlarte.
- Si recaíste en el primer mes o mes y medio después de haber dejado de fumar:
- Puede ocurrir que no has pensado en sustituir temporalmente los hábitos asociados con el tabaco por otro tipo de actividad. A lo mejor has perdido la confianza en ti mismo. No te desanimes, y piensa en tus motivos para dejar de fumar, y en que cuantas más veces lo intentes, antes lo conseguirás.
- Quizá ha aparecido algún problema social o familiar que te ha hecho recaer. No te desanimes, deja pasar este mal momento y vuélvelo a intentar más adelante.
- “Pensé que por uno no pasaría nada, pero después de éste me fumé otro, y otro, y otro…”. Esto se llama Fantasía de control, el tabaco es una sustancia que te crea adición a causa de más de 400 sustancias potenciadotas de la nicotina.
- “Engordé mucho”. Cuando se deja el tabaco, podemos engordar un máximo de 2,5 ó 3 kg. Este aumento te supondrá muchos menos perjuicios para tu salud que seguir fumando. Si el aumento de peso es superior, debés vigilar tu dieta:
- No picar entre horas, y si se pica, que sean alimentos bajos en calorías, o alguna infusión.
- Las bebidas y alimentos tienen que ser lights.
- No comer alimentos muy condimentados. Mejor los cocinados al vapor o a la plancha.
- Hacer cinco comidas pequeñas, en vez de tres grandes.
- Evitar el consumo de bebidas alcohólicas. Son el único alimento que no aporta ningún elemento necesario para la dieta, y en cambio, tienen muchas calorías.
- Hacer ejercicio físico te ayudará a mantener el peso más bajo.
Consejos para superar una recaída:
- Identificá cuál ha sido el motivo de la recaída, e intentá evitarlo en el futuro.
- No te desesperes, piensa que cuantas más veces lo intentes, antes lo conseguirás.
- Pedí ayuda a los que te rodean (familiares, amigos, compañeros de trabajo), y recuerda que siempre tendrás el apoyo de tu médico y de tu farmacéutico.