Aunque hasta ahora no fue declarado como la causa definitiva, las investigaciones en continúan relacionando al virus de Zika con las malformaciones congénitas. La última es la del Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), que reveló que alrededor del 10% de las mujeres embarazadas infectadas en Estados Unidos en 2016 tuvieron un hijo con la condición mencionada.
El estudio examinó un subgrupo de 250 mujeres infectadas. Entre ellas, 24 llevaban en el vientre un feto o habían dado a luz a un niño que tenía un defecto cerebral. "El Zika sigue siendo una amenaza para todas las mujeres embarazadas en Estados Unidos", recordó Anne Schuchat, directora interina del CDC, haciendo énfasis en "el pronto regreso de un clima más cálido y la cercanía de la temporada de mosquitos".
Entre enero y diciembre de 2016, se encontraron casi 1.300 mujeres embarazadas con signos de una posible infección por Zika en todo el territorio estadounidense y países de alrededor, exceptuando Puerto Rico. Más de 50 nacidos de ellos presentaron malformaciones congénitas que podrían haber sido causadas por el zika. Sin embargo, estos datos no fueron confirmados mediante análisis de laboratorio.
El CDC señaló que la infección por este virus durante el primer trimestre del embarazo plantea un mayor riesgo para el feto. Aproximadamente el 15% de los niños afectados en este período nacen con malformaciones congénitas.
El informe revela asimismo que aproximadamente uno de cada tres recién nacidos potencialmente expuestos a la infección durante el embarazo no fue sometido a estudios sobre posibles defectos neurológicos. Y sólo uno de cada cuatro fue sometido a un escaneo del cerebro. Por último, remarcaron la importancia de la atención médica para el diagnóstico sistemático en todas las mujeres embarazadas potencialmente expuestas.