El 28 de mayo de 2000 quedará en las retinas de los hinchas de Unión. No solo por la gran victoria ante River por 2-1, sino por el gol que marcó el peruano Juan José Jayo en el cierre del primer tiempo y desde cerca de la mitad de la cancha. "Ese gol me dejó marcado en Unión y en mi persona. Fueron dos años muy buenos y lindos, con gratos recuerdos, no solo de la gente sino también de la ciudad. Me sentí como en mi casa", reconoció el incaíco en dialogo con Diez en la City por FM "X" 103.5.
"No parece mucho tiempo ¿no? je. Cómo pasa el tiempo. Uno tiene esos recuerdos, pero no cree que haya pasado tanto", agregó en un tono risueño y complacido por la situación de ser parte de la rica historia del Tate.
Lógicamente, se tomó un instante para contar cómo se dio ese tremendo derechazo inolvidable: "Le decía a (Darío) Cabrol, que lo veía salir a Tito Bonano. Se lo decía siempre, que le pegara, porque nosotros defendíamos bien y salíamos de contea. Entonces como a Dario lo marcaban bien, aproveché yo un espacio después del pase de Changuito (Juan Pablo Cárdenas) y le di con toda mi fuerza. Así que salió de esa manera".
"Después de ese partido estuvimos primeros. Fue un grupo humano muy bueno. Sabíamos de nuestras de las limitaciones y por eso exprimíamos al máximos nuestras virtudes", expuso sobre ese equipo que tenía como entrenador a Nery Alberto Pumpido. "Había jugadores de mucha jerarquía. Me tocó jugar con (Oscar) Passet en el arco, Roberto Trotta y Daniel Tilger, entre tantos otros. La verdad que había grandes jugadores y el momento de cada uno fue clave para llegar a cosas importantes. Cuando llegué Unión estaba complicado para el ascenso y lo sacamos adelante", acotó.
En otro tramo de la charla, resaltó la importancia que tuvo Ricardo Gareca para que Perú vuelva a jugar a un Mundial: "Ricardo hizo creer otra vez en nuestra esencia. Pasaba por un tema mental creer que era posible. Este es un equipo obrero, que cuando no tiene la pelota la quiere recuperar y que cuando la tienen saben a qué jugar. Ese es el mérito de Gareca, que es la figura de nuestra selección, porque supo sacar lo mejor de cada uno".
"Esta es una generación importante, pero Ricardo supo encaminarlos de la mejor manera. Hoy en día el 60% del plantel está en el exterior y eso ayuda en el crecimiento. Entonces fue clave potenciar a los jugadores. Con la mano de Ricardo el jugador comenzó a creer otra vez en que se puede hacer bien las cosas", expuso con total sinceridad.
En el final, se animó a soñar: "La ilusión es grande. Hay un apoyo total a nuestra selección, ya jugará un Mundial después de 34 años. Pienso que hay chances de pelear por la clasificación. Todos tienen las cosas claras, con o sin Paolo (Guerrero). Saben de dónde sacar el máximo provecho de cada jugador y por eso el pueblo sabe que se irá a competir bien, implementando todo lo bueno. La idea es que la ilusión dure todo lo que se pueda. Ojalá que sea el paso clave para seguir profesionalizando el fútbol peruano".