Unión "B" nació como un espacio de inclusión. Fue ni más ni menos que recuperar a muchos jugadores que pasaron muchas horas dentro del club, ahora con más año y recorrido encima.
Entonces iniciaron el trayecto en el Dos Orillas donde perdieron la final de la Copa de Bronce, para sumar a Mauricio Aguirrez y afrontar con muchas expectativas la A2. Y en estas primeras cuatro fechas son uno de los animadores del ascenso.
En esa estructura colectiva sobresale la figura del ala-pivote Federico Sunier, quien se atrevió a expresar que “nos consideramos uno de los equipos sorpresas de la A2, por ser un equipo totalmente nuevo, donde muchos jugadores nunca tuvimos la oportunidad de jugar juntos, si bien somos ex jugadores del club pero nunca jugamos juntos, inclusive nos sorprendimos a nosotros mismos en el día a día por todo lo que podemos dar”.
El Flaco viene de jugar varios años en la Liga Libre, por lo que su rodaje le permitió insertarse sin inconvenientes en el ámbito local, aunque se encargo de aclarar que “noté la exigencia en el asociativo, es otra cosa, mucho juego físico, chicos de hoy muy atléticos, tienen una capacidad sorprendente, es parte de la evolución del deporte, tienen otras herramientas para jugar otro tipo de básquet, que es técnica y físicamente muy elevado, en mi época estábamos muy lejos de resolver cosas de esa manera”.
Cuando uno ve las planillas del Tate en cada presentación, siempre Sunier está en el doble dígito a la hora de anotar y tomar rebotes. En este sentido expresó que “me siento la referencia ofensiva del equipo porque mis compañeros y el técnico me dan libertades para tomar decisiones. Sinceramente no me siento con una presión de ser el goleador o el jugador que tenga que meter más puntos, esas libertades que me dan me permiten tomar resoluciones para poder anotar”.
Esa idea que rondaba en la cabeza de muchos jugadores se pudo plasmar este año para que Unión cuente con dos formaciones en el ámbito local. Por eso el interno se encargó de describir desde el plano personal el motivo por el cual aceptó el desafío: “Me encantó la idea de volver al club donde aprendí todo, no solamente la parte deportiva sino la parte humana, hice toda mi vida en Unión, eso fue lo que más me tiró, porque el grupo que había no los veía hace 10 años, fue emocionante y re lindo, priorizamos rearmar un grupo que le do otro tinte al club, hacerlo más social, de juntarse, de ser compañeros, más allá de lo deportivo, la idea es potenciar a chicos que no tienen posibilidades de jugar en el A, pero son de buen nivel y tienen que tener roce en Primera, obviamente con el muy buen arranque aspiramos a algo más alto y poder pelear por el ascenso”.
En la parte final, el kinesiólogo expresó los puntos en los cuales considera deben mejorar para incrementar el rendimiento colectivo: “Para mí en dos cuestiones básicas: la defensa y resolución de ciertos puntos específicos, como el pickandroll a 45 grados, son cuestiones tácticas defensivas y nos falta por el poco rodaje que tenemos algunos jugadores, aceitar en ofensiva algunas situaciones, para no desesperarnos o tomar malas resoluciones, y poder realizarlo de una mejor manera”.