Las baterías se basan en reacciones químicas controladas para almacenar la energía eléctrica, lo que las convierten en el elemento más peligroso de los móviles, tablets o notebooks.
El litio, elemento químico utilizado en las baterías de los dispositivos móviles, tiene una densidad de energía muy alta pero puede verse afectado por fugas térmicas. Esto solo ocurre por baja calidad en los componentes o accidentes. Por ejemplo los golpes punzantes que puedan perforar su cubierta o recargar en entornos de altas temperaturas pueden desencadenar una reacción que eleve la temperatura hasta el nivel del incendio o incluso la explosión.
Pero existe otro factor de riesgo mucho más común, y es el uso de baterías no oficiales de baja calidad o cargadores pirata que sobrecargan las baterías.
¿Qué consecuencias tiene que explote la batería de un dispositivo móvil?
- Primero por el daño que pueden generar al usuario, ya que la explosión puede causar graves quemaduras o heridas de bastante consideración, cuando no incendios en los bienes cercanos o ser causa de accidentes más graves.
- Segundo porque suelen dejar completamente inservible el dispositivo.
- Y tercero, algo que es mucho más importante para la marca: la crisis de confianza de los consumidores cae en picada no solo con el modelo afectado, sino con toda la marca en general.