Qatar recogerá el próximo 23 de febrero el testigo de Malasia en el que será el segundo test oficial de 2019 de la categoría de MotoGP™. A lo largo de tres intensos días -hasta el lunes 25- los diferentes equipos de la categoría reina podrán realizar las últimas pruebas para acabar de afinar el desarrollo de sus respectivas motos antes de que la competición eche a rodar en el mismo circuito apenas dos semanas más tarde.
Los equipos sin concesiones, a los que esta temporada se suma Suzuki Ecstar, deberán hilar muy fino en la confección del motor ya que, tal y como indica el reglamento, los equipos deberán seleccionar siete motores el jueves que precede al primer Gran Premio de la temporada. Dichos motores quedarán reservados a lo largo de todo el año.
La reglamentación de 2019 también afecta de lleno a la parcela aerodinámica. Tal y como sucede con los motores, los carenados deberán ser homologados sin posibilidad de efectuar cambios a posteriori. En este caso, los equipos podrán homologar dos unidades y la primera de ellas se llevará a cabo en Qatar.
Uno de los protagonistas del último test oficial de la pretemporada en materia aerodinámica volverá a ser el equipo Mission Winnow Ducati. El estreno de un espectacular carenado con tres alas dio mucho que hablar en Sepang y parece llamado a ser una de las sensaciones sobre el asfalto de Losail.
A nivel mecánico la Desmosedici también tiene aún trabajo por delante y se espera que se siga trabajando en torno a la suspensión y el chasis. Desde Borgo Panigale hay plena confianza en que tanto Andrea Dovizioso como Danilo Petrucci tengan la oportunidad de concretar diversas mejoras durante los tres días de test.
Pero, sin duda, uno de los grandes atractivos del test será ver en acción a Marc Márquez y, especialmente, a Jorge Lorenzo, tras los respectivos problemas físicos que han limitado a ambos pilotos durante la pretemporada. El ‘Dream Team’ de HRC tendrá trabajo por delante con el motor. Marc ya probó dos tipos distintos en Sepang y en Losail Repsol Honda tendrá que deshojar la margarita de forma definitiva, apostando por una mayor potencia o un control más apurado. Difícil elección.
El trabajo no quedará aquí, ya que la parte delantera del chasis también es una de las obsesiones de la fábrica japonesa de cara al examen de los próximos días en Qatar.
También tendrá trabajo por delante otro de los equipos estrella del campeonato: Monster Energy Yamaha. La M1 parece tener un motor definitivamente asignado y todo indica que se han resuelto problemas del pasado curso como el excesivo consumo del neumático trasero. Por lo tanto, los esfuerzos de Maverick Viñales y Valentino Rossi se centrarán en apuntalar el chasis y afinar la aerodinámica.
El resto de los equipos también aterrizan en Losail con tareas pendientes, a la espera de concretar una moto lo más competitiva posible. Aprilia, por ejemplo, quiere confirmar las evoluciones de su nuevo cuadro, testeado principalmente por Aleix Espargaró en Sepang, debido a los problemas físicos de Andrea Iannone.
Tanto Aprilia como el resto de los equipos también deberán dedicar cierto tiempo a aprobar los nuevos neumáticos presentados por Michelin, que ya fueron probados en Sepang semanas atrás. Los deberes se acumulan en el paddock y el plazo para llegar con garantías al examen del Gran Premio de Qatar es mínimo. El último test de pretemporada se prevé vibrante.