Los chilenos volvieron a marchar este mediodía en Santiago de Chile, exigiendo ahora la renuncia del presidente Piñera, luego que este anunciara anoche medidas para paliar la situación de crisis, en tanto que oficialmente se reconoció que son 18 los muertos desde que se iniciaron las protestas.
La cifra de fallecidos fue confirmada a los medios de prensa por el subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, actualizando los números que hasta este martes, hablaban de 15 personas, sin embargo, ocurrieron tres nuevos decesos en las últimas horas.
Un menor de cuatro años y un adulto de 37 años fallecieron tras ser atropellados en San Pedro de la Paz, en la región del Biobío, en el centro del país, cuando un conductor ebrio y sin salvoconducto, debido a que existe toque de queda, arremetió contra una multitud de manifestantes. y en el hecho resultaron además 18 personas lesionadas.
Por su parte el Papa Francisco se mostró preocupado por la situación en Chile. "Sigo con preocupación lo que está sucediendo en Chile. Espero que, poniendo fin a las manifestaciones violentas, a través del diálogo se pueda trabajar para encontrar soluciones a la crisis y hacer frente a las dificultades que la han generado, por el bien de toda la población", dijo al final de la audiencia general de hoy.
El martes a la noche, el presidente Sebastián Piñera cambió el tono de su discurso, pidió perdón por su "falta de visión" y prometió reformas sociales como el aumento del salario mínimo y subir en un 20% la pensión básica. Ya antes había retirado el aumento a los precios del metro, el detonante de las protestas.
Sin embargo hoy la gente volvió a ganar las calles, en forma pacífica reclamando la renuncia del mandatario y señalando que las medidas anunciadas son "insuficientes".
El general Javier Iturriaga, designado por el Presidente Sebastián Piñera como jefe de la defensa nacional en Santiago, planteó el toque de queda como una forma de evitar los incendios y saqueos registrados desde el inicio de las protestas y en forma paralela a las manifestaciones pacíficas, pero la consecuencia fue que los saqueos y los enfrentamientos se multiplicaron.
La oposición política ha pedido derogar la prohibición de salir en las noches y desmilitarizar el país, a medida que aumentan las denuncias de violencia policial y militar.