"Tuvo una molestia y lo vamos a evaluar. Ahora se fue a la clínica para hacer un estudio y con los resultados veremos. Lo vamos a esperar, porque es un jugador importante. Los reemplazantes en caso de que no juegue veremos, hay una o dos opciones. Primero queremos saber si Rodrigo estará dentro de la cancha". Así arrancó la conferencia de prensa este viernes el entrenador de Colón, Pablo Lavallén, en referencia a la lesión que sufrió Rodrigo Aliendro en la práctica de la mañana.
Fue sin dudas la noticia que sacudió la escena en la previa de la final de la Copa Sudamericana de este sábado, desde las 17.30, con arbitraje del brasileño Raphael Claus y la transmisión de LT10 AM 1020 y FM "X" 103.5, en todas sus plataformas digitales, ante Independiente del Valle de Ecuador.
Precisamente, le comentó a los medios, entre ellos Diez en Deportes, que "Independiente del Valle tiene buena tenencia y circulación de pelota e intenta que los rivales salgan para que sus delanteros corran porque son rapidos. Hay que ser inteligentes para saber cuándo presionar o cuando esperar y la diferencia la haremos los dos cuando tengamos la pelota".
— Club Atlético Colón (@ColonOficial) November 8, 2019
Pero después, fue directo al hueso: "En 114 años es la primera final y nosotros somos priviliegiados sobre todo los jugadores que lograron clasificar a una final y nosotros, como el resto del staff, vamos a tratar de apoyarlos en todo lo que se pueda. Debemos darles las herramientas para que tengan un buen juego y regalarles a los hinchas su primera estrella. Es una gran oportunidad, hay que tratar de disfrutarla dentro de lo que se puede y saber que estamos en una final única. Pero es como si estuviéramos en Santa Fe, ya que serán 35.000 o 40.000 los hinchas que vengan, aunque 32.000 estarán en el estadio. Será como jugar la final en Santa Fe y ese punto es vital".
En otro tramo de la charla, reconoció que "es el partido más importante de mi carrera y el de Colón, como así también de la mayoria de los futbolistas que nunca pudieron ser campeones. Pero sobre todo para la gente, donde muchas generaciones de padres y abuelos que ya no están darían su vida por poder estar en este partido y eso es una gran responsabilidad".
"Ser campeón no es fácil. Tener la oportunidad de jugar una final le llevó a Colón toda su vida, es un partido único, en el que todos quieren estar y hacen un esfuerzo extra. Es un partido donde no hay mañana, es una frase hecha, porque seguiremos compitiendo, pero es la oportunidad histórica de dar una vuelta olímpica. Es hacerles sentir a los jugadores el privilegio de escribir la página más gloriosa de la historia de Colón y para ganar estos partidos siempre hay que dar algo extra y no guardarse nada", agregó.
En el final, le tocó el alma a la gente: "El corazón y la garra de este equipo apareció en momentos complicados de esta Copa, Independiente se caracteriza por un juego más aceitado y nosotros nos caracrerizamos más por el corazón. Estos partidos se ganan con un extra y muchas veces tienen que ver más con lo actitudinal que con lo técnico. Veremos cuales de las características prevalecen".