En Colón la incertidumbre crece todos los días. La malaria se acentuó y, por más que se intenten encontrar soluciones, por ahora las respuestas fueron nulas. Los empates ante Defensa y Justicia y Racing pasan prácticamente desapercibidos tras las cuatros derrotas en seis encuentros en este 2020. Todas con Diego Osella como entrenador que, si bien la quiere pelear –y labura en consecuencia–, sabe que ya no tiene margen de error tras los ocho goles que recibió el equipo en los últimos dos cotejos.
Números lapidarios que sacarían a cualquier técnico de su lugar. Sin embargo, al parecer ningunos de los apuntados quiere agarrar y por eso se le dio una chance más al oriundo de Acebal, que prepara la estrategia para tratar de romper el molde ante Talleres el domingo que viene en Córdoba, desde las 21.50, con arbitraje de Darío Herrera y transmisión de LT10 AM 1020 y FM "X" 103.5.
Más que nada, para volver a ganar tras siete partidos y echar por tierra con las 23 presentaciones sin victorias fuera del Brigadier López. Un escenario complejo desde todo punto de vista. Si bien es cierto que todavía queda la Copa de la Superliga y se sacará un descenso por una promoción, la situación sigue siendo apremiante y por eso la dirigencia mantiene algunas conversaciones.
Fue así como, tal lo que pudo saber Diez en Deportes, habrían existido contactos con Eduardo Domínguez. No se fue a la coyuntura, pero sí se constató sus intenciones y sí se animaría a aceptar el desafío en caso que el resultado con acompañe a Osella en el Mario Alberto Kempes. Habrían quedado buenas sensaciones, pero nada para terminar de confirmar que hay un camino allanado.
Esto atendiendo que el escenario puede variar si es que el actual entrenador sacude la escena y se trae los tres puntos ante la T. Pero por las dudas, en Colón abren el paraguas.