Con la mirada puesta en el 17 de febrero, día que reabrirán formalmente sus puertas, los Jardines Municipales ponen a prueba los protocolos con los que funcionarán este año. Con ese objetivo, se trabaja intensamente desde el mes de junio pasado, cuando el Consejo Federal de Educación emitió sus primeras normativas de cara a la vuelta de las clases.
En el marco de la pandemia de COVID-19, se puso en marcha el diseño de un sistema progresivo y escalonado que se proponía, en función de la curva epidemiológica, generar grupos, teniendo en cuenta los espacios y la ocupación de las salas. De este modo, las autoridades municipales comenzaron a trabajar con los planos de los inmuebles, evaluando la cantidad de niños y niñas registradas como alumnos y alumnas.
Además, vale recordar que con quienes se encontraban inscriptos se trabajó durante todo el 2020, asistiendo a las familias y sosteniendo la cercanía mediante las docentes, en espacios virtuales, con propuestas adaptadas por edad. En ese sentido, la Municipalidad estableció el programa “La Ciudad Aprende en Casa”, con actividades para toda la familia, que incluyó una publicación en formatos digital y papel, que se entregó con las colaciones de frutas, alimentos y elementos limpieza para familias focalizadas.
La subsecretaria de Gestión Cultural y Educativa de la Municipalidad, Huaira Basaber, afirmó que estas instancias de contacto, desarrolladas por los directivos y los equipos interdisciplinarios, “hicieron que podamos sostener y reconectar con las familias para llegar al momento de la reinscripción”. En cuanto al proceso de armado de los protocolos, mencionó que “comenzamos a evaluar qué posibilidades teníamos con respecto a las ocupaciones de salas y qué cantidad de niñas y niños serían reinscriptos efectivamente por sus familias en el Sistema de educación inicial”.
El protocolo
En primera instancia, contempla los modos de ingreso y egreso con la señalización correspondiente, y la circulación por el espacio. Además, se prevé la medición de temperatura, la colocación de alcohol en gel y la instalación de lavatorios móviles dentro de los edificios, para facilitar la higienización de las manos con agua y jabón.
Asimismo, el municipio garantiza la existencia de elementos de limpieza y señalética para que cada niño tenga un lugar en la sala con distancia física.
Respecto de los elementos personales, Basaber explicó que se trabaja junto a las docentes y las familias en evitar el ingreso de cada niño o niña con su respectiva mochila. La idea es que en los jardines tengan una muda de ropa y un vaso, de modo que queden resguardados en ese espacio. El municipio garantizará los pañales para que exista la menor cantidad de elementos que circulen de la casa al jardín. Se trata de medidas de prevención tendientes a evitar las demoras en el ingreso y el egreso a las instituciones.
En cuanto a las actividades, se desarrollarán juegos comunitarios con distancia física pero no social, “con el afán de seguir involucrando los afectos y las emociones desde distintos lugares porque hoy, una de las formas de preservarse ante el contagio, es la distancia física”, indicó Basaber. “Entonces, estas marcas en el piso que implican que cada niño o niña esté en un sector de la sala, se utilizará para que cada uno tenga un mundo para dibujar e intervenir mediante diferentes propuestas pedagógicas que elabore la docente por sala”, agregó.
Todas las medidas se comunican durante las reuniones virtuales que se concretan con las más de 200 personas que prestan servicio en los jardines. A esto se suman las comunicaciones sencillas que se emiten, en las cuales se detallan extracciones del protocolo a aplicar, para que circule entre el personal. Y cada uno de los jardines contará con la Circular correspondiente, emitida por el municipio, donde se brindan los detalles del protocolo.
Del mismo modo, las autoridades incentivaron a un informe grupal en el que cada establecimiento pueda socializar descubrimientos y complejidades en el período inicial en el marco del nuevo jardín y de la nueva escuela. Este diagnóstico, junto a los realizados a fines de 2020, permitirán llegar a los encuentros con propuestas para amplificar la educación inicial y ampliar los contenidos en relación a los nuevos hábitos mediante el juego y diferentes estrategias educativas.
De esta manera, se promoverán y descubrirán las nuevas prácticas pedagógicas, y se sistematizarán las realizadas en 2020. “En estos informes queremos recuperar las experiencias y enriquecer las planificaciones para lograr abordajes cooperativos solidarios, donde la comunidad educativa pueda crecer y crear nuevas prácticas pedagógicas para las primeras infancias otorgando un servicio público de calidad”, finalizó la funcionaria.