El ex baterista de la banda Callejeros Eduardo Vásquez, condenado a prisión perpetua por el crimen de su esposa Wanda Taddei, la joven prendida fuego y asesinada hace once años, fue beneficiado con una salida extraordinaria para el próximo sábado para festejar el cumpleaños de su hija, lo que fue cuestionado por los familiares de la víctima, que aseguraron que el beneficio se otorgó cuando existe un recrudecimiento de femicidios.
El juez de Ejecución Penal Axel López dispuso que Vasquez sea trasladado entre las 12 y las 18 del próximo sábado desde la cárcel de Ezeiza, donde cumple su condena, a una casa situada en la localidad de Tapiales, partido de La Matanza, para el evento en el que "no deberán participar más de diez personas y se respetarán las normas relativas a encuentros sociales" vinculados con el distanciamiento social.
"Justamente el sábado que cumplo 79 años, Vásquez va a poder estar con la hija pero yo no voy a poder estar con la mía", expresó Jorge Taddei, padre de la víctima, tras conocer la resolución del magistrado.
En el fallo, el juez López recordó que el 8 de febrero había autorizado una "visita especial" para el 27 de febrero para que el exbaterista de Callejeros celebre el cumpleaños de 15 de su hija dentro del Complejo Penitenciario 1 de Ezeiza, de 10 a 17, y en el que podían participar "nueve visitantes".
Sin embargo, desde el Servicio Penitenciario Federal (SPF) informaron luego que solamente se podía permitir el ingreso de dos personas debido a la actual crisis sanitaria.
Ante esa situación, la defensa pidió que sea trasladado para participar del festejo a "un domicilio del conurbano por un lapso determinado".
"Así las cosas, entiendo que la cuestión de fondo ya ha sido resuelta mediante la correspondiente vía incidental y se tuvo en consideración el artículo 168 de la Ley 24.660 en cuanto obliga a facilitar y estimular las relaciones del interno con su familia", precisó el juez, que fue cuestionado por familiares de víctimas de homicidio que lo acusaban de haber liberado a presos de violaciones que, luego, volvían a delinquir.
Además, López valoró "el hecho de que la presencia de Vásquez en el festejo del decimoquinto cumpleaños de su hija constituye un hecho único e irrepetible que se relaciona con una suerte de obligación moral del nombrado y que, en reiteradas oportunidades, la administración carcelaria actuó a los efectos de posibilitar los encuentros entre ambos".
En tanto, Jorge Taddei aseguró que su familia siempre se ajustó "a derecho" y que "indudablemente Vásquez tiene una salida extraordinaria que está contemplada dentro del código que tienen los jueces".
"Así como se cumple esta ley, se tendrían que cumplir todas las leyes que no se cumplen como por ejemplo cuando una mujer va a una comisaría y no le dan bola, cuando va a una fiscalía y dejan dormir el expediente o cuando un violento cruza la línea que le marcó el juez y no lo detiene", sostuvo.
Además, Taddei señaló que "justo en este momento de recrudecimiento de los femicidios le dan la posibilidad de que un femicida vaya atender a la hija".
La madrugada del 10 de febrero de 2010 en la casa de Pizarro 7083, de Mataderos, Wanda y Vásquez discutieron y el baterista arrojó alcohol sobre el cuerpo de la joven y la prendió fuego con un encendedor.
La víctima agonizó durante 11 días y el 21 de febrero murió en el Hospital de Quemados porteño, convirtiéndose así en un caso emblema por la modalidad en la que fue cometido el femicidio.