Una joven de 22 años falleció este viernes de coronavirus en el exhospital Iturraspe de Santa Fe, y su caso conmociona a toda la provincia, a la comunidad educativa de la Facultad de Ciencias Veterinarias (FCV- UNL), donde estudiaba; y a la asociación SOS Caballos, de la que era una activa voluntaria.
Según relató Alejandro, padre de Lara Arreguiz, al portal InfoMercury, el 13 de mayo su hija comenzó a tener tos, la cual se fue agravando. Al día siguiente, su madre decidió traerla a Santa Fe para que se haga nebulizaciones, pero el cuadro no disminuía. La joven era además insulinodependiente.
La familia decidió entonces llevarla al hospital Protomédico. “La sentaron en una silla de ruedas como cuatro horas porque no había camas, le hicieron placas y le dieron turno para hisoparla el domingo. Y la llevamos de nuevo a casa”, contó Alejandro.
"Tenía Covid”, continuó. “Las placas dieron pulmonía bilateral. En solo dos días era impresionante cómo avanzó y le tomó ambos pulmones, por eso se ahogaba. Nos dijeron que sigamos con nebulizaciones, que consultemos en el (nuevo) Iturraspe si había camas. Fuimos a casa, y se volvió a ahogar. Así que fuimos al nuevo Iturraspe y estaba lleno de gente. Nadie nos atendía, hasta que ella se descompensó y cayó al suelo. Ahí fue cuando un médico o enfermero que pasó, la levantó y se la llevó a la guardia. Le administraron oxígeno y se calmó."
Pese a la gravedad de la situación de Lara, sus padres volvieron a recibir como respuesta que no había camas disponibles. “Estuvo hasta las 21:00 en la guardia hasta que nos avisaron que en el viejo Iturraspe había una para ella”, continuó Alejandro.
La joven fue llevada en ambulancia al antiguo nosocomio, donde en principio la ingresaron a una sala común covid. Luego la trasladaron a cuidados intermedios para controlarle la insulina. Su madre, también infectada con Covid-19, no podía ir a verla, por lo cual Alejandro quedó a cargo de todo. Todos los días iba a visitarla, para comunicarse mínimamente con ella a través de una ventana.
El jueves pasado, Alejandro recibió un mensaje del hospital preguntando si quería ir a ver a su hija. La vio “muy mal, con una máscara de oxígeno”. “Me hacía señas de que estaba ahogada”, relató.
Al ver a su hija así, el hombre se quebró y el personal del nosocomio le recomendó volver a su domicilio para que la paciente no lo viera así. Cuando llegó a su vivienda, le habían avisado a su esposa que Lara había sido trasladada a terapia intensiva e intubada.
Al día siguiente, el viernes 21 a las 3:00 de la mañana, la joven falleció.