Con la llegada del movimiento Ni Una Menos, originado en 2015 como grito de repudio ante el femicidio de Chiara Páez, las instituciones debieron rever su rol en torno a las mujeres y disidencias, y la UNL se convirtió en pionera al respecto.
Por LT10, la titular del programa de Género de la UNL, Paula Spina, reflexionó en torno a ello, y recordó que desde dicho programa se participó desde las primeras convocatorias.
“Este se ha vuelto un día para visibilizar la responsabilidad del Estado frente a las violencias por motivos de género... Pero también es un día importante para reconocer la potencia que el movimiento de mujeres y feminismos ha tenido en todos estos años en la construcción de políticas de demanda de respuestas”, evaluó.
“Son más las preguntas que las certezas que tenemos en el abordaje de esta problemática”, admitió Spina, y en ese sentido destacó: “por eso creo que es sumamente importante el rol de la Universidad en tanto actor institucional para poder pensar críticamente estas formas de opresiones”.
Finalmente, invitó especialmente a visitar el sitio web que contiene el protocolo de violencias implementado en la UNL, como también el portal de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, donde constan las investigaciones en torno a género de esa unidad académica.