Unión se prepara para afrontar tres partidos de visitante en menos de una semana. No solo exigente por los rivales, sino por los viajes y el escaso margen para descansar. Por eso, se armó una logística minuciosa y a la vez costosa, para que el plantel se traslade luego del partido ante Defensa en avión para jugar en Tucumán ante Atlético y lo mismo para luego ir a Córdoba y medirse contra Talleres.
Una Liga Profesional que debió decidir rápido ante la necesidad de terminar el campeonato a fin de mes, pero sin tantas contemplaciones en este caso para el Tate, que se juega sus últimas chances, por más remotas que sean, de alcanzar la zona de Copa Sudamericana.
Un tema no menor es el armado de la delegación, que deberá ser más numerosa de lo habitual teniendo en cuenta posibles contingencias. Por ejemplo, posibles suspensiones. Justamente hay tres jugadores con cuatro amarillas: Franco Calderón, Imanol Machuca y Claudio Corvalán.
Tres piezas cruciales, que podrían perderse algunos de los cotejos, recordando que el Rojiblanco debe ganar todo lo que falta y esperar otra combinación de resultados para ilusionarse. Un momento complicado y poco beneficioso, al que solo queda adaptase y dar el mayor esfuerzo.