Este domingo, miles de seguidores del exmandatario de Brasil Jair Bolsonaro que defienden un golpe de Estado para derrocar al presidente Luiz Inácio Lula da Silva invadieron el Congreso Nacional, en Brasilia. El hecho despertó el repudio y la preocupación de referentes políticos de todo Latinoamérica.
En diálogo con LT10, Lilia Puig de Stubrin, parlamentaria del Mercosur, fue una de esas voces de alerta. “Veníamos percibiendo en el (Cuerpo) desde bastante antes de la elección que había un sector de los que acompañaban a Bolsonaro que manifestaban su absoluta desconfianza sobre el proceso y el sistema electoral”, advirtió, y prosiguió: “esto era visto con mucha suspicacia porque casualmente en ese momento quien gobernaba era Bolsonaro, entonces llamaba la atención que desde el Gobierno se planteara la posibilidad de una malversación de la elección: eso puede hacerlo quien está gobernando”.
Además, aseguró que “si hay algo que no se le puede decir al Estado brasilero es que no tenga un buen sistema de control del proceso electoral. Hace muchos años que independizaron el Tribunal Electoral de la Justicia ordinaria. Es un cuerpo técnico muy reconocido” con “alto nivel de profesionalismo, calidad e independencia de los gobernantes”.
Para más, dado que la diferencia entre Bolsonaro y Lula fue tan escueta, “eso ayudó a los que viven en estas fabulaciones e imaginerías”. “Pero nunca nadie pensó que esto pudiera terminar en lo que terminó en el día de ayer, que no es solamente un ataque a la Presidencia sino a todo el sistema institucional, porque fue un ataque al Congreso y al Tribunal Superior de Brasil”, evaluó.
Asimismo, Puig de Stubrin expresó su preocupación por “la dificultad que tienen las élites brasileñas en contar con un representante del pensamiento de derecha, el cual es legítimo y existe en todos los países, pero de una derecha democrática”.
En la misma línea, dijo que se observa “la aparición de un conjunto de signos en la actuación de distintos grupos autoritarios, algunos de izquierda y muchos de derecha, que descalifican en definitiva al sistema institucional de las democracias como las conocemos desde fines del siglo XIX hasta ahora. Eso es más preocupante en términos de que hay una discusión sobre la validez de las instituciones republicanas”.
Entonces, a su entender “hay una cosa más profunda: se deben generar los debate adecuados para que no haya sorpresas cuando determinados líderes de partidos pierden las elecciones. Acá hay nuevas formas de lucha política que va a haber que atender”.
Finalmente, concluyó: “Sería una simplificación hablar solo de Bolsonaro. Acá hay una cosa bastante más compleja y extensa y esto tiene que estar frente a la ciudadanía perfectamente identificado”.