Estaba claro que la única forma para que finalizara la novela entre Colón y Pulga Rodríguez era que llegue una oferta de otro club. El jugador estaba firme en irse gratis y la directiva en solicitar un resarcimiento. Por si fuera poco, no era tenido en cuenta por el entrenador, entonces crecían las chances de que se quede a cumplir su contrato, tratando como se dice, "al costado de la cancha".
Pero también el jugador era consciente que, a los 38 años, estar parado sería fulminante para su carrera. Hasta que en las últimas horas se vio luz a lo lejos: Central Córdoba hizo una propuesta para tentarlo.
"El Pulga Rodríguez le dio el sí a Central Córdoba, resta que rescinda con Colón. Quiere estar lo más pronto posible con el plantel", dijo su representante Roberto San Juan a El Liberal de Santiago del Estero.
Con el jugador rápidamente se acordaron los números, pero era clave la respuesta de Colón, que recibió también la oferta del Ferroviario. Después de analizarse, el resarcimiento fue aceptado para darle un corte definitivo al tema, ya que era una cifra inferior a lo que se pretendía. Pero para evitar que esto se dilate, se fue al hueso.
De esta manera, terminará el ciclo del tucumano en Santa Fe. Seguramente el último después de romper la relación con la dirigencia y no tener buenas migas con el entrenador.
La apretada de la barra fue un antes y un después para él en su estadía en la ciudad y, por más que le brindaban garantías, no quería saber más nada pensando en su familia. La solución llevó más tiempo de la cuenta. Se va por la puerta que quizás no deseaba, pero fue la única que apareció. El destino ahora indicará que huella deja marcada para los hinchas.