Al menos tres personas, dos mayores y un menor, perpetraron un ataque incendiario contra una comisaría en el barrio Ludueña, al noroeste de la ciudad de Rosario, que destruyó un auto y causó daños a otros vehículos estacionados en las inmediaciones.
El hecho se produjo en las primeras horas de este jueves, cuando los jóvenes arrojaron bombas incendiarias sobre el frente de la comisaría 12, ubicada en la intersección de Solís y Casilda.
El fuego destruyó un Volkswagen Gol Trend, cuya propietaria era una agente de policía que estaba de turno, aunque también alcanzó a otros tres: un Chevrolet Cruze, una Peugeot Partner -secuestrado por orden judicial- y un Chevrolet Corsa.
Precisamente, el Corsa pertenece a otro agente, quien alcanzó a retirar el vehículo antes de que sufriera daños mayores. Como consecuencia de este hecho, la policía demoró a tres jóvenes, entre ellos un menor de edad, quienes quedaron a disposición del fiscal de turno.
Por el momento los investigadores se manejan dos hipótesis en torno al origen de este ataque: que el blanco elegido era el rodado de la mujer policía o bien la Peugeot Partner, en este caso con el fin de borrar las huellas de algún delito cometido.