Aunque a muchas personas mayores el universo virtual le resulta extraño o distante, esta mujer española de 82 años supo crear una convergencia única que rompe con las barreras de la edad y de la tecnología. Conchita es la community manager de una empresa de celulares creados exclusivamente para adultos mayores y lleva a diario el manejo de las redes sociales de la marca con profesionalismo y entusiasmo.
¿Cómo empezó todo? Jorge Terreu tiene 24 años, es ingeniero informático y reside en Zaragoza, España. Tiene una abuela de 92 que fue quien lo inspiró a trabajar, hace dos años, en un proyecto de telefonía automática que crece a pasos agigantados y que, por supuesto, lleva el nombre de su musa: “Maximiliana”.
“Maximiliana es una revolución para una generación que no sabe tocar las teclas. Entonces pensé que yo podría aportar valor a la iniciativa y ayudarlos a comercializar el producto -por mis nietos y por muchas personas que estarán felices-”, cuenta Conchita.
Con recetas de cocina, consejos e información sobre días festivos, la CM conquista a los usuarios de todas las generaciones: “Muchas personas responden los posteos o las historias de Instagram contentos, porque se sienten identificados. El objetivo es vender, pero lo importante es crear comunidad”.
Cómo funciona el teléfono inteligente
Llamar es tan sencillo como tocar la cara de la persona. Gracias a la base de carga por imán no hay que preocuparse de ningún cable, basta con apoyar el móvil y no hace falta cargarlo diariamente porque la batería dura de tres a cuatro días. El volumen se establece al máximo en cada llamada de forma automática, y puede elegirse que se descuelguen en manos libres. Asimismo, están fabricados con un material robusto para resistir a las caídas.
“El móvil Maximiliana se controla y gestiona por completo desde la aplicación Maximiliana disponible para su descarga. Podes configurar qué llamadas se descuelgan y bloquear números desconocidos para evitar estafas y publicidad”, explica Conchita mientras se prepara para grabar contenido y subirlo a las redes.
Pedro Malo Perisé, socio de Jorge en el emprendimiento, tiene una abuela que se encarga de volcar toda la inspiración en las redes sociales para promover la venta de los celulares. Ella es Conchita y a dos años del inicio del proyecto su objetivo está dando muy buenos resultados: la firma ya contabiliza más de 200 horas de llamadas y la comercialización de teléfonos se mantiene al alza.
“El origen de la idea tiene fecha y lugar”, explica Jorge Terreu en diálogo con TN. “Yo viajé a Francia para completar mis estudios y me costaba muchísimo ponerme en contacto con mi abuela Maximiliana porque no sabía hacer videollamadas, tocaba una tecla de más y no podía retomar, entre otras dificultades”.
“Entonces pensé que la tecnología podía ser una aliada. Creé un prototipo y le regalé el celular a mi abuela. A partir de ahí todo cambió rotundamente y entendimos que más allá de la experiencia personal, son muchas las personas mayores que viven solas y necesitan garantizar la comunicación. Pueden no atender un llamado por múltiples razones, pero siempre está la duda respecto de si le pasó algo”, enfatiza Terreu.