Fructuoso Álvarez González, el asesino de la familia de Matías Bagnato el 17 de febrero de 1994, en un hecho que se conoció como "la masacre de Flores", falleció en las últimas horas en el Penal de Ezeiza, perteneciente al Servicio Penitenciario Federal (SPF).
Álvarez González estaba internado desde el pasado 4 de abril en el Hospital Zonal General de Agudos Dr. Alberto Antranik Eurnekian de esa cárcel y ante este deceso ya fue derivado a la morgue.
La noticia fue confirmada por autoridades del SPF y por el propio Bagnato, que en su cuenta de Twitter escribió: "Hoy sí por fin puedo decir se terminó. Mami Pa Fer Ale Nico Descansen en Paz. Los amo con todo mi corazón".
En marzo pasado, la jueza de Ejecución Penal número 1, María Jimena Monsalve, le negó la libertad condicional a Álvarez González.
En un escrito presentado por la propia magistrada se informó que "no se da lugar al pedido de incorporación de Fructuoso al instituto de libertad condicional, respecto de la pena de prisión perpetua impuesta".
Ante el conocimiento de esa noticia, Bagnato utilizó sus redes para agradecer: "Me acaban de notificar que la Jueza denegó la libertad condicional a Fructuoso Álvarez González. Por ahora continua preso. Quiero agradecer el apoyo incondicional y amor de todos ustedes. Créanme que solo, me sería imposible soportar todo esto".
Al ser consultado sobre si está conforme con los motivos que dio la magistrada para rechazar la liberación, Bagnato sostuvo: "Los argumentos fueron contundentes. Ella plasmó y manifestó todos los resultados de los informes que se le hizo a Fructuoso desde el equipo interdisciplinario del Penal de Ezeiza".
El año que viene se van a cumplir 30 años de la Masacre y a lo largo de estas décadas Bagnato se puso al hombro su lucha contra el pedido para que González cumpla con la condena.
"Cada vez me cuesta más y estas instancias me generan bronca, impotencia porque no entiendo como después de semejante crimen aun hoy tengo que continuar con mi lucha contando y reviviendo lo que pasó", manifestó en su momento.
El hecho ocurrió el 17 de febrero de 1994 cuando Álvarez González incendió de forma intencional la vivienda de los Bagnato, ubicada en el barrio porteño de Flores.
Las pericias confirmaron que el hombre arrojó dos bidones con combustible y prendió fuego la casa en la que fallecieron José Bagnato, de 42 años, su esposa Alicia Plaza, de 40, sus hijos Fernando, de 14, y Alejandro, de 9, y Nicolás Borda, de 11, un amigo de los chicos que se había quedado a dormir aquella noche trágica.
El único sobreviviente de la masacre fue Matías Bagnato, quien luego de los crímenes se refugió junto a su abuela y comenzó la lucha por el pedido de justicia.
Para la Justicia, Álvarez González asesinó a la familia porque no pudo cobrarles la deuda de 180.000 dólares que reclamaba. Años antes del hecho, él y el padre de Matías eran socios de la fábrica de zapatillas de los Bagnato.
Un año después Fructuoso fue condenado a prisión perpetua por el Tribunal Oral número 12, pero en 2004 y al tener ciudadanía española fue trasladado hasta el país europeo donde se le otorgó la libertad.
En 2011 fue recapturado en la Argentina tras reiteradas amenazas contra Matías Bagnato, en las que aseguraba que iba a matarlo. Desde ese momento se encontraba preso en el Complejo Penitenciario Federal número 1 en Ezeiza y a pesar de los diversos pedidos de libertad hasta el momento la Justicia fallaba a favor de Bagnato.