El músico inglés Roger Waters fue denunciado por discriminación, ante la justicia local, en relación a sus manifestaciones antisemitas y las presentaciones que hará el ex Pink Floyd en Argentina el 21 y 22 de noviembre en el estadio de River. Al mismo tiempo, un abogado lo acusó en los tribunales de Comodoro Py 2002 por apología del delito e incitación a la violencia colectiva.
La primera denuncia fue presentada en la justicia penal de la ciudad de Buenos Aires por Sergio Zigelbaum y su padre Carlos Zigelbaum, sobreviviente de la Shoa, quienes pidieron ser querellante en la causa que quedó radicada ante la fiscal Andrea Scanga.
“Históricamente, el Sr. Roger Waters es conocido por ser un recalcitrante antisemita. Además de sus innumerables declaraciones públicas (donde con especial ahínco denosta a personas judías atribuyéndoles características prototípicas del ideario antisemita como ser “avaros”, “banqueros” que controlan el mundo, etc.), se ensaña con un odio alarmante contra el Estado de Israel (no criticando políticas del mismo sino comparándolo con la Alemania Nazi)”, plantearon en la denuncia.
Zigelbaum, padre e hijo, además manifestaron que “existen registros de numerosas apariciones públicas y/o reportajes al Sr. Roger Waters en las cuales ha manifestado, entre otros menesteres, que el control mundial es ejercido por un grupo de judíos entre los que ataca particularmente al empresario norteamericano Sheldon Adelson y a embajadores estadounidenses en el Estado de Israel”.
En su escrito, los denunciantes además señalaron que, durante unos de los pasajes de sus últimos shows, Waters apareció vestido con un uniforme con estética neonazi (en alusión a la vestimenta que utiliza Pink, el personaje de la película Pink Floyd: The Wall). “Respecto de la próxima gira latinoamericana, el INADI en la República Argentina y el Instituto Nacional de Derechos Humanos de la República Oriental del Uruguay ya se han expedido sobre el peligro concreto de exponer manifestaciones antisemitas”, explicaron los denunciantes que plantearon en su denuncia otros ejemplos de discriminación del músico.
El músico se expresó públicamente diciendo que no creía que haya sido cierto el ataque del grupo terrorista Hamas en territorio Israelí. “¿Cómo demonios no sabían los israelíes que esto iba a ocurrir? Todavía estoy un poco en esa madriguera de conejo. Quiero decir, ¿no escuchó el ejército israelí en esos 11, 10 u 11 campos los estallidos cuando explotaron? ¿Lo que sea que tuvieran que volar para cruzar la frontera? Hay algo muy sospechoso en eso”, había declarado el músico en una entrevista con el abogado y periodista Glenn Greenwald.
Indagado sobre su rechazo a Israel y sus frecuentes declaraciones antisemitas, Waters había vuelto a atacar al Estado judío argumentando: “Consideran que las personas que profesan la religión judía tienen una serie de derechos completamente diferentes a todos los demás. Esto es fundamentalmente importante. Por eso en mi mensaje digo: ‘¿Suscribes o no la idea de la igualdad de derechos humanos? Porque en cuanto no lo haces, eres un nazi. Y sé que no puedes decir nazi’”.
Los denunciantes pidieron “determinar si los referidos hechos y actos cometidos por el Sr. Roger Waters se subsumen en el delito tipificado en el Art. 3 de la Ley Nº 23.592 y/o en cualquier otra disposición del ordenamiento criminal de la República Argentina”.
Esa norma establece que “serán reprimidos con prisión de un mes a tres años los que participaren en una organización o realizaren propaganda basados en ideas o teorías de superioridad de una raza o de un grupo de personas de determinada religión, origen étnico o color, que tengan por objeto la justificación o promoción de la discriminación racial o religiosa en cualquier forma”.
Por sus posturas a Waters le cuesta conseguir alojamiento en el país para sus shows. El Hotel Faena no habría negado a darle alojamiento. Lo mismo ocurrió con dos reconocidos hoteles en Montevideo, Uruguay, el Hyatt Centric y la cadena Regency, que han ejercido su derecho de admisión para no recibir al artista británico, según informan medios locales.
En Comodoro Py, en tanto, el abogado Carlos Broitman también pidió investigarlo pero esta vez por los delitos de incitación a la violencia colectiva, apología del delito y violación a la ley de discriminación. “Resulta de público y notorio, próximamente el cantante mencionado ROGER WATERS, arribará al país ofreciendo un concierto masivo que se llevará a cabo en el estadio River Plate todo lo cual genera preocupación a quien suscribe en orden a la cantidad de público que lo presenciará con más la difusión que aquel evento supondrá con motivo de las repercusiones del ‘show’. Ciertamente que más allá del suscripto de manera particular por profesar la religión judía, toda la comunidad judía también se encuentra preocupada, consternada y temor con razón, por la llegada del músico y los mensajes antisemitas que de manera sistemática dirige contra la comunidad”, afirmó.
Según sostuvo, “debe saber V.S. que no se trata aquí de la simple y ingenua expresión de ideas sino, del propósito de fomentar e incitar a la violencia contra un sector de la población. Su conducta, reprochable para la ley Argentina genera alarma y preocupación entre los cientos de miles de personas que profesamos la religión judía, como ciudadanos israelíes que se encuentran en nuestro país algunos provenientes con sus familias del Estado de Israel los cuales fueron evacuados por el ejército Israelí (FDI) al ser atacados sus hogares por terroristas.”
Y resaltó: “recientemente han tenido lugar un ataque sin precedentes que hubo de socavar al pueblo judío verificándose a nivel mundial conductas reprochables. Sobre el particular el imputado se ha expedido colocando en estado de sospecha el accionar del ejército israelí el día en que tuvo lugar el ataque e invasión de Israel por parte del grupo terrorista involucrado en los acontecimientos criminales poniendo en duda, incluso, los crímenes llevados a cabo en perjuicio de la comunidad judía”.
Por sorteo, el caso quedó radicado ante el juzgado federal María Servini, con la intervención del fiscal Franco Picardi.