Mientras la máxima atención en Unión está centrada en la pretemporada del plantel en Uruguay, con miras a un semestre que tendrá triple competencia, en Santa Fe la dirigencia trabaja en varios frentes. No solo en torno a las incorporaciones y salidas, sino también en la vida diaria del club.
Al ser una referencia social, cientos de santafesinos disfrutan de otras actividades más allá del fútbol y por eso demanda de estar en todos los detalles. Pero quién mejor que el presidente Luis Spahn para contar cómo se trabaja. Visitó los estudios de LT10 y charló con El Quinto Elemento.
"Unión se diferencia, junto a otro grupo de clubes en el país, por desarrollar muchas disciplinas y otros que son solo fútbol. Los que estamos a cargo de la administración tratamos de respetar la historia. Unión generó campeones mundiales en muchas actividades. Salió Carlos Monzón; también Carlos Delfino y así otros. Nadadores, como los hermanos Grassi con nivel olímpico. Es gratificante ser un factor para estos deportes. Vienen de otros lugares a perfeccionarse acá. Pero hay clubes importantes en la ciudad también que generaron un amplio espectro y sin tantos recursos, ya que se sustentan con la cuota social y es un orgullo para la ciudad", confesó el directivo.
Sobre lo que debe tener un dirigente para estar al frente de una institución, confesó: "Pasión, amor y cariño por el club. En ese aspecto, la pasión tiene que someterse a la razón para administrar. Se aportan esfuerzos para que un club funcione y por eso estamos orgullosos de todo lo que se logró en estos años".
Asimismo, no pudo ocultar su nivel de relevancia en Santa Fe: "El interés de los hinchas hace que los directivos seamos públicos. En la provincia el orden debe ser: gobernador, intendente y los presidentes de los clubes de Primera. Un gran porcentaje de la población los conoce. Quizás hasta un concejal se conoce menos".
¿Cuáles son los principales ingresos de Unión?
Si bien ya quedó claro que vender jugadores es vital, Spahn fue mucho más allá en los detalles: "Lamentablemente hay ejemplos de clubes que en la última década descendieron con grandes crisis y otros que están muy mal en Primera. Los presupuestos son aleatorios. El fútbol hace de termómetro y con malos resultados se reduce la venta de entradas y, también, de vender jugadores. La venta de jugadores es el primer ingreso. Puede igualar el pago de la cuota de 26.000 socios. Por suerte estamos cerca de esa cifra. Lo que entra también de cuota es importante y luego viene lo de la televisión, que no es muy abundante. Encima se divide por 30. Matemáticamente bajó un 6% lo de la TV por la cantidad de equipos. Va más lento incluso que la inflación".
Por otra parte, sorprendió respecto a que en Argentina no se puede hacer una diferencia económica y por eso siempre se especula con ir al exterior: "No hay sueldos millonarios en Unión. El otro día hablábamos con un jugador de la tercera división y cobraba igual que un empleado de comercio. Tenía que trabajar y a la par entrenar, por lo que no se alimenta bien y demás. Debe haber pocos que pueden ahorrar en Primera. Muchos tienen que esperar muchos años en poder comprarse una casa. Llegar a ser jugador de fútbol es como ganar la lotería. Son tantos los que quieren llegar y pocos quienes lo logran. Uno cuando ve a los chicos se llena de satisfacción al acunarlos dándole un medio para intentar lograrlo, por más que llegan muy poquitos. Es un camino muy complicado".
Volviendo al manejo de los recursos, el máximo titular rojiblanco remarcó: "El intendente (Juan Pablo Poletti, en caso de Santa Fe) administra mucho más (risas) que nosotros. No hago números, pero asumo que Unión debe manejar entre 800 y 1.000 millones de pesos por menos. No es poco".
Las complicaciones del mercado
A medida que fue pasando la charla con LT10, Spahn se metió en las negociaciones: "Escasean las opciones en el mercado. Entre los 30 equipos se manejan más de 300 jugadores y los apuntados son 60 y el precio sube. Argentina no puede competir con los países limítrofes. Estar en copas internacionales genera cosas y cuando no se está pasás a un subsuelo del que cuesta salir. Pero también hay una cuota de azar".
También, hay que lidiar con aquellos jugadores que no quieren dejar Buenos Aires: "El grueso de las decisiones siempre son económicas. Si uno ofrece varias veces más, vienen deseosos. Pero si es por lo mismo, no les gusta mucho dejar su lugar de residencia. Para cambiar debe ser algo mejor y mudarse no es tan fácil".