Miguel Suárez tiene 35 años y toda su vida ha transcurrido en General Deheza, una ciudad agroindustrial de la provincia de Córdoba. Creció en un hogar lleno de amor, está casado y tiene tres hijos, pero hay una parte de su identidad que necesita conocer y, para eso, tiene que encontrar a su madre biológica.
“Hace tiempo que sé de mi condición de adoptado”, aseguró en diálogo con el canal de televisión TN. Está agradecido por la vida que tuvo, lo remarca siempre, pero todo cambió cuando comenzó a formar su familia. “Cuando nacen los hijos, se hace esta incógnita. Yo viví muy cómodo con esta historia, pero al transcurrir los años, se dio esa necesidad de conocer el origen”, contó.
Su padre adoptivo le contó todo lo que sabía. Él fue el único que vio a su madre biológica por última vez, también le dio una lista de nombres, pero murió por COVID-19 en diciembre de 2020. Suárez comenzó su búsqueda “poco antes de la pandemia”, entrevistó a esas personas, pero nadie pudo darle “el dato certero”, así que decidió difundirlo en las redes. Ahora, espera que el mensaje lo reconecte con su mamá.
Un beso de despedida en la terminal
Suárez grabó un video, creó una cuenta de Instagram (@masuarezgd) y lo publicó hace dos días. “Mamá, te estoy buscando”, comenzó, y su mensaje está resonando en los medios y las redes sociales desde entonces.
Su padre le contó que tenía que investigar en el Hospital Zonal de Oliva, un pueblo del departamento Tercero Arriba, en Córdoba. Allí nació Miguel Suárez, el 4 de junio de 1988. “Mi mamá iba a de paso, iba a tenerme en otra ciudad, pero rompió bolsa y dio a luz en Oliva”, relató. Consultó en el hospital y le dijeron que no guardaban todos los registros, solo los de los últimos 10 años. “Después, me dijeron que sí los guardaban, pero los perdieron en un incendio”, agregó.
Había otra pista crucial, un nombre que Suárez menciona en el video: “Aparentemente, en mi nacimiento, participó una partera que se llamaba Clara Norma Ortiz de Mana”. La partera conocía al tío de Suárez, y así se estableció la conexión. La madre “estaba muy desesperada por entregar al niño” y se enteró de una pareja que nunca pudo concebir.
“Le avisaron a mi papá, muy tarde, que había un niño, y él fue a la mañana siguiente”, relató. Una mujer “delgada, alta, de pelo castaño o rubio, de unos 25 o 30 años”, lo esperaba en la Terminal de Ómnibus Ciudad de Oliva. “Ella se acerca al auto, me entrega, me da un beso, se da vuelta y se va”, y nadie supo nada más. Suárez tampoco tuvo tiempo de hablar con la partera, la única que hubiese indicado el camino: “Fue la primera persona que falleció por COVID-19 en Oliva”.
“Me encantaría tener la oportunidad de agradecerle”
Los psicólogos le han dicho a Suárez que el beso “es todo un símbolo. Es un signo de que estaba sufriendo el desprendimiento de ese bebé. Sin embargo, las circunstancias la obligaron a que dejara al niño”, destacó Suárez.
“No conozco qué situación estaba atravesando ella, pero entiendo que debe haber sido muy difícil. Fue una mujer muy valiente que, a pesar de eso, me dejó nacer”. Él solo quiere reiniciar su historia con un café. “El símbolo de ese café que le pido en el video es un encuentro para que podamos compartir, saber quién soy, de dónde vengo, y yo poder compartirle quién soy. Me encantaría tener la oportunidad de agradecerle”, remarcó Suárez.
No es el dolor lo que lo impulsa a buscarla, está satisfecho con su vida. “Es una historia de felicidad, muy linda. Pude desarrollar mi historia con libertad, solo es esta partecita que me gustaría conocer”, destacó. Suárez quiere agradecer por la vida que su madre le dio, aunque haya sido en otro hogar. “Me entregó a mis padres, que me amaron hasta el infinito. Lo que ellos me cuentan es que fui y soy todo para ellos, habían deseado tener un niño y me dieron todo siempre. No guardo rencor para con mi madre. No sé qué le pasó, pero sea lo que sea, no soy quién para juzgarla”.
Suárez está “sorprendido por el impacto” de su video en la sociedad, aseguró que lo contactan de todos lados, y abundan los mensajes donde le desean el éxito. Su mamá adoptiva también lo apoya totalmente. Todos esperan que se dé ese encuentro que Suárez ya ha recreado en su mente: “Me he imaginado 100 escenarios distintos, aunque en ese momento, la sangre puede hacer reaccionar de otra manera, pero solo quiero asegurarle que no la juzgo”.
En caso de tener alguna información sobre la madre biológica de Miguel Suárez, el número de contacto es 3584 28-9649.