Luego de varias semanas instalada en su casa de Milán, Wanda Nara armó las valijas y aterrizó por trabajo en su querida Buenos Aires, donde se instalará un tiempo.
Antes de salir del aeropuerto, se mostró tomando mate ¡desde el avión! y pasó por el free shop. ¿Qué se compró? Joyas en su marca favorita, Cartier.
Tras pisar suelo argentino, lo primero que hizo fue correr a reencontrarse con su hijo mayor, Valentino López, que fue el único que prefirió quedarse viviendo en Argentina para seguir jugando el fútbol en las inferiores de River Plate.
Pero no todo fue sentimentalismo y compras de lujo. La empresaria también aprovechó para mostrar a sus seguidores cómo avanza la remodelación de la vivienda a la que se mudará durante su estancia en Argentina.
A través de una foto de un espacio amplio y minimalista, expresó con humor: “Yo siempre así, mañana me mudo”, contó Wanda Nara en sus redes.