En los últimos años, las cabañas de las costas santafesinas, se convirtieron en una de las opciones más buscadas para las personas que quieren desconectarse de la ciudad o realizar turismo pesquero o realizar una escapada para conectarse al aire libre. Pero las bajas temperaturas no fueron un buen aliado para el sector.
Guillermo Kees Scotta, Secretario de Cabasetur (Cámara de Cabañeros y Prestadores de Servicios Turísticos de la Provincia de Santa fe), comento a LT10 que “fue una temperatura muy difícil para los emprendedores cabañeros de toda la provincia”.
El referente del sector sostiene que trabajó mucho en la previa realizando promociones, ofreciendo descuentos “se trataron de buscar muchísimas alternativas para tratar de aliviar el bolsillo de los posibles turistas que lleguen a la provincia de Santa Fe pero no alcanzó”.
En este sentido, expresa que la situación también es propia de la realidad económica de la clase media que es la que generalmente busca este tipo de propuestas turísticas.
Por otro lado, detalló que la mayor demanda de ocupación fue durante los fines de semana sin embargo hubo complejos que manifestaron que la “ocupación nunca les superó el 25% y muchos complejos manifestaron que hubo un 0% de ocupación” pese a propuestas de obsequiar una noche u ofrecer algún tipo de descuento.
Otro gran problema fueron las bajas temperaturas, que según explica Kess, fue tema de las consultas a la hora de realizar reservas. En este punto, también reconoce que si bien en la zona de toda la costa de gran calidad “y tienen resuelto el tema de la calefacción. A la gente le costó mucho salir por este tema puntual del extremos frío que se vivió durante todas las vacaciones”.
Todo este panorama complica al sector ya que “los gastos operativos están, los servicios están, los impuestos están y si no se pueden cumplir, son deudas” lo cual llevó a que algunos cabañeros a la desazón y han dejado el rubro” y prefieren poner el inmueble a disposición para un alquiler permanente o venta.