El ministro de Economía, Luis Caputo, participará entre jueves y viernes de la reunión del G20 en Río de Janeiro, donde espera reunirse con la titular del FMI, Kristalina Georgieva.
El posible encuentro se produciría días después de que el presidente Javier Milei cargó con dureza contra el director para el Hermisferio Occidental del Fondo, Rodrigo Valdés, a quien acusó de operar en contra del gobierno argentino.
Caputo espera que un nuevo encuentro con Georgieva le permita tener más información sobre la posibilidad de que el FMI libere en algún momento fondos frescos para la Argentina, como parte del nuevo programa que se empieza a negociar.
Este martes, el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, estará en la reunión previa de representantes de los ministerios de Economía y del Banco Central de los países del G20.
Junto a Caputo viajará el titular del Banco Central, Santiago Bausili, para estar en el encuentro de los ministros y banqueros centrales del Grupo de los 20.
El Fondo ya dijo que la Argentina cumplió las metas del primer trimestre, sin señales de tener inclinación a analizar la posibilidad de destrabar nuevos fondos para el país.
En el mercado suenan versiones de que la expectativa de máxima de Caputo es obtener un préstamo por hasta US$ 15.000 millones.
En paralelo, la intención del ministro de Economía sería negociar un acuerdo con bancos internacionales para obtener unos US$ 5.000 millones, respaldados por las reservas de oro depositadas en el Banco de Inglaterra.
Como punto a favor, el Gobierno muestra seis meses de superávit fiscal y financiero.
Como factores en contra, la disparada de la brecha cambiaria de las últimas semanas encendió luces de alarma.
Esta semana arrancó con subas en los bonos de la deuda y una baja del riesgo país, que el Gobierno pretende profundizar.
Se espera que Caputo brinde certezas ante el FMI sobre la decisión de avanzar con el objetivo de emisión monetaria cero y la reducción del impuesto PAIS.
La caída de la economía empieza a mostrar signos de haber tocado fondos, pero crecen las dudas sobre hasta qué punto están dadas las condiciones para un rebote rápido, como augura Milei.
El mercado se inclina más por una recuperación gradual, que cierre este 2024 con una caída anual del 3,5%, estimada por el FMI y el Banco Mundial.