Durante estos controles, los agentes de tránsito suelen chequear la documentación, realizar tests de alcoholemia o de consumo de estupefacientes, y asegurarse de que los conductores cumplan con las normativas viales. Sin embargo, algunos oficiales también formulan una pregunta clave: "¿Usted sabe por qué fue detenido?"
Esta pregunta es más complicada de lo que parece. Si se responde afirmativamente, o se admite una infracción, el conductor podría estar reconociendo culpa sin saberlo. Muchos expertos en derecho vial aconsejan no responder directamente, ya que una confesión podría ser utilizada como prueba para emitir una multa inmediatamente.
La recomendación es mantener la calma y evitar admitir algún error. Es preferible responder con un "no sé" o preguntar de manera cortés "¿por qué me lo pregunta?" o "¿qué documentación necesita?", cambiando así el foco de la conversación sin generar una admisión implícita de culpabilidad.
Este tipo de respuesta no es sancionable y te permitirá mantenerte dentro de los límites legales sin asumir ningún tipo de responsabilidad.
No responder directamente a esta pregunta no solo te puede proteger de una multa innecesaria, sino que también te da la oportunidad de manejar la situación con mayor control y de acuerdo a tus derechos como conductor.