Este viernes, en los tribunales santafesinos, se imputó a un hombre de 32 años por “lesiones leves dolosas calificadas por el vínculo en el marco de violencia familiar”. Quien alertó de la situación fue su hija de 12 años, que contó lo que le sucedía en la escuela.
Acto seguido, le representante legal de la institución realizó la denuncia en un centro territorial, y luego de que la madre decidiera desestimar la denuncia, la fiscalía, a cargo de la Dr.a Rosana Marcolin, decidió actuar de oficio.
En diálogo con LT10, Marcolin contó que "estaba de fiscal en turno y me llega una comunicación de nuestro equipo de una denuncia en un centro territorial de denuncias en la que se presenta el representante legal de una escuela en la que una alumna, en una oración que estaban haciendo, había manifestado que quería que su papá dejara de pegarle". Además, relató que todo cobró más fuerza cuando la menor mencionó una escena de ahorcamiento cuyas lesiones eran visibles.
El imputado, que es empleado de la Municipalidad de Santa Fe, en la Guardia de Seguridad Institucional (GSI), fue detenido y aguarda en esa condición, la audiencia de medidas cautelares.
Sobre los motivos por los que la madre no habría querido presentar la denuncia, sería porque la misma es víctima de violencia de género, que la misma menor relató: "Había una denuncia desestimada hecha hace un año por la madre que relataba una situación de violencia de género que coincidía exactamente con lo que relató la niña en la escuela".
Sin embargo, la fiscal considera importante actuar con otra perspectiva, ya que "el delito tiene una pena mínima, puede haber una pena de ejecución en suspenso. Lo importante es que empiecen a interactuar y tomar acción las otras organizaciones que están vinculadas a la violencia de género, violencia contra el menor" ya que "acá hay un problema familiar con personas vulnerables que necesitan ser ayudadas. Hay que trabajar en otra perspectiva porque puede haber una condena, pero al cumplirla y salir, podría volver a suceder".