Seis equipos separados por cinco puntos pelean en la Zona B por ser uno de los finalistas del primer ascenso a la Liga Profesional. Dos de los involucrados, Colón y San Telmo, juegan entre sí este sábado en Santa Fe. Los dos tienen 56 unidades y están a cinco de Nueva Chicago, por ahora el clasificado para definir con el mejor del otro grupo (ya confirmado San Martín de Tucumán, líder inalcanzable) un lugar en la máxima categoría del fútbol argentino. Aldosivi, Gimnasia de Mendoza (ambos con 60) y Deportivo Madryn (59) también se inscriben en la pelea.
Al margen de la paridad que hoy refleja la tabla de posiciones, hay una referencia histórica que entusiasma a los de la Isla Maciel. Fue justamente contra Colón, en su cancha del Cementerio de los Elefantes, el debut de San Telmo en el Campeonato Metropolitano de 1976, hasta hoy su única experiencia en la Primera División. Y hubo un festejado triunfo por 1-0.
El estreno soñado de San Telmo en Primera
Adolfo Werner; Rubén Sarmiento, Roberto Minutti, Raúl Saraví (capitán) y Osvaldo Regueira; Carlos Camejo, Jorge Rilo y Pedro Coronel; Ángel Ferreyra, Daniel Lichene y Enrique Pisapia son 11 jugadores grabados a fuego en la memoria de San Telmo. El DT Eduardo Janín los alineó en la formación que empezó a jugar contra los Sabaleros, con los nervios lógicos de cualquier estreno.
San Telmo se asentó con el transcurrir de los minutos y, ya durante el segundo tiempo, se animó a acercarse al arco rival. Un ingreso de Pisapia al área grande fue detenido con falta por Reinhart Mántaras y el pequeño Coronel, un número 10 habilidoso y de buena pegada, convirtió el penal de la inolvidable victoria.
Ese 1-0 fue la sorpresa mayúscula de una primera fecha en la que River goleó 5-2 a Argentinos, en cancha de Vélez Sarsfield; Boca superó 2-0 a All Boys; un lujoso Huracán derrotó 2-1 a Independiente en Parque Patricios y San Lorenzo, en el partido más espectacular de aquella jornada, le ganó 4-3 a Racing en Avellaneda.
Más mérito tuvo el desempeño inaugural de San Telmo si se considera que, a diferencia de una práctica muy común en la época, mantuvo a casi todo el plantel que había conseguido subir después de una formidable campaña de cuatro ganados y uno empatado en el hexagonal que resolvió el segundo ascenso (Quilmes, con Hugo Tocalli de arquero y el Indio Gómez como figura descollante, se había asegurado el primero).
Otra victoria de San Telmo sobre Colón
En la segunda rueda, los de la Isla Maciel volvieron a dar cuenta de Colón. Esa vez fue 3-1 en el estadio de Huracán, su sede de local en ese torneo. Nuevamente Coronel, José Espósito y Medardo Cloquell marcaron para Telmo. Daniel Aricó anotó el único de los perdedores.
Pese a esas dos derrotas, en un certamen dividido en dos zonas, Colón terminó clasificándose para disputar la rueda por el título, a la que avanzaban los seis primeros de cada grupo. San Telmo, en cambio, quedó abajo y acabó por descender, en la que resultó su única y fugaz incursión entre los grandes del fútbol argentino.
Además de aquellos éxitos sobre Colón, al Candombero le quedó el orgullo de haber sido uno de los vencedores del Boca que, con Juan Carlos Lorenzo al mando, se adueñó de ese certamen y sentó las bases del bicampeón de América y campeón intercontinental.
Aún hoy se puede considerar como la mayor hazaña de San Telmo ese batacazo frente a Boca en el Palacio Tomás Adolfo Ducó. Ocurrió el martes 25 de mayo de 1976, cuando una ráfaga de tres goles en 20 minutos, que Camejo, Coronel y Pisapia le convirtieron al Loco Gatti, sirvió para ganar 3-1 y escribir una imborrable página de gloria.