Lautaro Martínez hace valer su candidatura a quedarse con el Balón de Oro. El delantero, además de agigantar su figura en la Selección Argentina, está quedando en la historia del Inter de Milán. Con el gol del triunfo por 1-0 ante la Roma en el Olímpico, sumó el número 133 y para pisar bien fuerte: es el máximo goleador extranjero en la historia del club. Una locura.
Son 291 partidos para él en la institución donde llegó sin escalas desde Racing. Seis años después, sumó otra marca que puede romper en cualquier momento: igualó la marca del húngaro István Nyers, hasta entonces el dueño. “Este nuevo récord significa mucho para mí. Desde que llegué me trataron como si hubiera nacido acá”, declaró Lautaro post partido. Pero además de ilusionar a los hinchas nerazzurri, llega de gran forma para el Balón de Oro, que tendrá lugar el próximo 28 de octubre, para competir con Vinicius, el favorito.
Y sobre esto Lautaro también está emocionado. “Estoy muy feliz de estar entre los finalistas del premio France Football, porque siempre trabajo duro y los premios individuales tienen un gran significado. Para mí es importante, pero siempre pienso primero en el equipo: si llegan premios, el mérito es para el equipo, el club y el personal”, expresó tras haber sido elegido el mejor jugador del partido.
Pero este gol no solo le da réditos a él, sino también al equipo: el Inter no se baja de la pelea frente al Napoli, hasta ahora puntero de la Serie A, y le toca los talones. El Toro lleva cuatro tantos en los últimos cuatro partidos, una racha más que formidable para un delantero de su calibre.
Es la estrella y el entrenador lo sabe. "Debe seguir haciendo lo que está haciendo, creo que está entre los cinco mejores del mundo. Estoy feliz por él y se lo merece”, lo elogió el entrenador Simone Inzaghi. Y gran mérito de Lautaro es que el Inter haya remontado tras haber perdido el Derby frente al Milan: ganó los siguientes cuatro y con goles de él.