El impacto que tendrá en nuestras vidas y trabajo la Era Cognitiva puede compararse con el antes y después que produjo internet. Imaginemos a un humano que pueda leer un número ilimitado de documentos, pero además entender y retener cada detalle de toda esa información. Ahora pensemos que le podemos pedir a esa persona que nos responda cualquier pregunta, que nos establezca relaciones, que saque la conclusión que buscamos, que nos responda específicamente lo que nos interesa. Eso es lo que puede hacer este sistema cognitivo de computación.
Watson - que lleva ese nombre en honor a Thomas J. Watson, el fundador de IBM – se presentó en sociedad en 2011 con un juego de preguntas y respuesta de culto de los EE.UU: Jeopardy!. No era la primera vez que se veía a una máquina vencer a un humano. Ya el 11 de mayo de 1997, la computadora Deep Blue le ganaba al Gran Maestro del ajedrez, Gari Kaspárov. Sin embargo, la diferencia en Jeopardy! es que se trata de un complejo juego que utiliza lenguaje natural, - con todos los sentidos figurados, modismos, ambigüedad y puesta en contexto que implica -.
Pero desde entonces, Watson evolucionó y comenzó a mostrar el impacto que puede tener en múltiples áreas como la medicina, la investigación científica, el cuidado de la salud, educación, finanzas, gobiernos, comercio, seguros, deportes, internet de las cosas, etc. Es que, en tiempos del Big Data, la producción de contenidos y datos es tan voluminosa que se hace imposible visualizarlo todo y, mucho menos aún, extraer de allí lo que es relevante para nosotros. Como explica el ingeniero senior de software en IBM, Federico Carpi, "en los últimos 5 ó 6 años tenemos el problema de que el 80% de los datos, no puede ser analizado. Esto se debe a que gran parte de ellos son no estructurados, es decir, son textos, videos, imágenes. Un sistema programático no puede procesar esos datos y generar información sobre ellos. Lo que la Era Cognitiva provee es poder analizar esa información desestructurada y poder dar resultados sobre esa información".
Las aplicaciones son variadas. La empresa madre, IBM, contabiliza un total de 23 áreas en las que puede usarse a Watson y es el segmento de más rápido crecimiento en la cartera analítica, valuado en US$ 17 mil millones. Hoy por hoy, está siendo usado por clientes en 25 países en 20 sectores de industria. Por ejemplo, en medicina puede ayudar a los médicos a hacer diagnósticos de precisión, mucho más rápido y con información certera. Como señala el Ing. Carpi, quien se especializa en este área, "hay millones de patentes médicas en el mundo. Ahora, ¿Cómo relacionás toda esa información que está dentro de un texto libre y cómo hacés para que un investigador pueda descubrir ahí información que le sea útil y pueda rápidamente encontrar, por ejemplo, la droga o tratamiento para alguna enfermedad, como puede ser el cáncer?. Hoy por hoy, un médico que toma un paciente con un historial oncológico puede tener un montón de conocimiento y haber leído ciento de miles de papers. Sin embargo, la realidad es que hay mucho conocimiento que se la está escapando. Entonces, lo que logra hacer Watson Oncology es, no solamente tomar el historial clínico de esa persona que está enferma, sino también entrelazar millones de historiales y toda la literatura sobre oncología disponible. Obviamente no va a hacer diagnóstico Watson Oncology, pero lo que sí va a hacer es recomendarte sobre algún tratamiento que puedas aplicarle a esa persona que está padeciendo cáncer".
En los negocios, esta tecnología puede realizar análisis de datos complejos que ayuden en la planificación de estrategias y tomas de decisiones, incluso asignarles niveles de confiabilidad a los resultados y transformar los modelos de negocios. También es aplicado a servicios financieros. Como sabemos, en el mundo de las finanzas se generan gran cantidad de datos, que además aumentan a razón de un 70% cada año. Pero no se trata sólo de números, hay otra información externa que también influye en cómo van a evolucionar las cosas y en cómo pueden verse modificados los números y que tiene que ver con la interacción entre personas, entre compañías; con noticias, blogs, artículos financieros y todo eso está en lenguaje natural. Watson permite procesar toda esa información para tomar decisiones financieras importantes. Por ejemplo, las crisis financieras producen un riesgo sistémico porque hay varios actores entrelazados (personas, bancos, gobiernos, mercado, etc.). Cuando algo falla todo comienza a desmoronarse como piezas de un dominó. Lo que la tecnología cognitiva nos permite es entender cómo son y cómo funcionan esas interdependencias.
Otro producto interesante que lleva esta tecnología es Cognitoys, un juguete para niños de 4 a 7 años. Este dinosaurio verde no sólo habla sino que interactúa en forma fluida y aprende sobre las preferencias de su dueño. Así, es capaz de responder preguntas, contar historias y chistes, ayudar a los niños con sus tareas y aprender con él. Otro aspecto interesante es que anula la información indebida y contenidos para adultos - que siempre pueden aparecer cuando navegan en Internet - y está programado para esquivar ciertas preguntas y dirigir al niño hacia sus padres si surgen temas delicados.
Por último, es importante aclarar que Watson no funciona como un buscador, ya que aprende y acumula experiencia. Como resume el Ing. Federico Carpi, lo nuevo que trae Watson que "crece" con el tiempo. "Podemos decir que razona, evoluciona y aprende en función de sus errores".