1) Elegir libros en papel
Dedico varias horas al día a la lectura. Sin embargo, tal vez a mis hijos les resulte difícil verlo de esa manera, ya que mucho de lo que leo está en soporte digital. Podrían pensar que estoy frente a la pantalla haciendo lo que ellos hacen. Leer libros en formato digital es cómodo, pero los chicos tienen que ver con sus propios ojos que los hábitos de lectura de las personas que admiran son claros. Es por eso que es fundamental que vean a los adultos leer libros en papel.
2) Suscribirse a diarios
Aunque en nuestra familia nos informamos por las noticias online, todos los domingos recibimos en nuestra puerta la edición del diario en papel. Los diarios nos dan acceso a noticias y contenido editorial con los que de otra manera nuestras adolescentes nunca se cruzarían. Dejo los diarios sobre la mesa de la cocina durante toda la semana. Más de una vez, encuentro a mis chicos hojeándolos, leyendo de a pedacitos mientras desayunan o meriendan.
3) Programar la cena familiar
Cuando nuestra familia se toma el tiempo de disfrutar de una cena en familia, no sólo compartimos la comida, sino lo que hicimos durante el día, incluidos los comentarios sobre los libros que estamos leyendo. Esos encuentros facilitan la charla sobre hechos de actualidad y el intercambio de ideas y opiniones, conversaciones que suelen revelar lo que cada uno está haciendo, pensando y aprendiendo, lo que sirve para acercarnos cada día más.
4) Escuchar audiolibros
En nuestro reciente viaje, pasamos 30 horas a bordo de la camioneta. Hacía tiempo que esperaba la oportunidad de escuchar un buen libro junto a mi marido, pero nunca se me había ocurrido pedirles a los chicos que escucharan con nosotros. Pero cuando nos detuvimos en el camino para almorzar, advertí que mis hijos también estaban escuchando. Hicieron preguntas atinadas y comentarios sagaces sobre los personajes y la trama.
5) Regalar libros
Los chicos aprenden a valorar las cosas que valoran los adultos cuando observan que esas cosas reciben un tratamiento especial. Los libros son siempre un excelente regalo, ya sea de cumpleaños o en cualquier otra ocasión. Un libro con encuadernación especial, la suscripción a una buena revista de interés general o específico o el libro de un autor que les guste puede alentar a los niños más grandes a leer por placer.
6) Leer lo que leen los hijos
Los libros se disfrutan más cuando de ellos se desprenden conversaciones interesantes. Los libros para adultos jóvenes son interesantes y atrapantes, y de ellos podemos aprender mucho sobre los universos y los valores de nuestros hijos si leemos lo que ellos leen. También, otra opción es recomendarles a los chicos nuestros libros preferidos, como una manera de compartir nuestros intereses y nuestra interioridad.
7) Zonas libres
Establecer reglas familiares que delimiten espacios y horarios sin dispositivos de comunicación, para alentar la conversación, la lectura y otras actividades silenciosas. Mi esperanza es que, al compartir experiencias y generar oportunidades de lectura, mis hijos mayores se sienta apoyados y alentados en sus lecturas Quiero que ellos entiendan que tener acceso a los libros y tiempo para disfrutarlos es tanto un placer como un privilegio.