“Debería darme cuenta de que mis pensamientos no sólo son incómodos: también están mucho más podridos que esa basura que todos los días saco en una bolsa de plástico, para delicia de un montón de pobres.”
Experto consumado en el arte de incomodar, Pablo Marchetti desnuda en este libro temas, ideas y reflexiones que lo obsesionan. Desde la masturbación al incesto, pasando por las contradicciones ideológicas de un progresista, la política, el rock, el fútbol, la televisión, los celos, el poder y el consumo de marihuana, nada es tan íntimo ni tan fuerte como para quedar fuera de su inventario iconoclasta. “En una época en que todo puede ser dicho pero poco puede ser cambiado, es gratificante saber que aún queda, para los textos, la sana costumbre de incomodar”, afirma el autor en el prólogo.
Irreverente, polémico, brillante pero sobre todo incómodo, este libro es una máquina de demoler preconceptos que se lee con una sonrisa, cuando no a las carcajadas. Al fin y al cabo, el lector sabe que esas confesiones bizarras, a veces brutales, aun vergonzantes, de un modo u otro son también las suyas.