El acceso al agua potable y saneamiento constituye uno de los problemas centrales de Angola. Si bien cuenta con recursos hídricos aptos para su aprovechamiento, especialmente para el desarrollo agropecuario, carece de cuadros técnicos y profesionales suficientes para afrontar el desafío de una medición sistemática de las principales variables involucradas, su evaluación y el diseño de planes de gestión que incorporen las medidas necesarias para contribuir a la solución de dichos problemas.
En este contexto, la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas (FICH) de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), con sede en la ciudad de Santa Fe, fue la institución elegida por la Universidad José Eduardo Dos Santos (UJES), de Angola, para colaborar en la resolución de esta situación.
Esta experiencia es inédita en la historia de la cooperación entre universidades argentinas y africanas y se enmarca en un convenio firmado en 2014 por ambas instituciones, con el objetivo de implementar un plan integral de formación de profesionales que contribuya al desarrollo sostenible de los recursos hídricos y al fortalecimiento de las instituciones que gestionan el agua en ese país. El primer paso de este proceso comprendió la elaboración del proyecto pedagógico de la Licenciatura en Ingeniería de los Recursos Hídricos, única de su tipo en Angola que comenzó a dictarse en 2014 con un plan de estudios diseñado por docentes de la FICH, a la medida de las necesidades de ese país y en un trabajo coordinado con las autoridades de la Escuela Superior Politécnica de Bié (ESPB) de la UJES y del Instituto Nacional de Recursos Hídricos de Angola.
“En el proceso de internacionalización de la UNL se busca, entre otros objetivos, lograr una intensa relación con universidades de todo el mundo. África era una asignatura pendiente para la UNL, y allí se concentra este esfuerzo institucional, que tiene un claro perfil de cooperación al desarrollo. La Universidad posee una definida vocación de colaboración horizontal académica, la cual ha estado orientada hacia América del Sur y particularmente a Centroamérica, por lo que este proyecto de la FICH es de gran valor para nuestra institución”, expresó Julio Theiler, secretario de Relaciones Internacionales de la UNL, tras aclarar queeste tipo de proyectos es apoyado por el Fondo Argentino de Cooperación Sur-Sur y Triangular (FO.AR) del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de la República Argentina y el Programa de Promoción de la Universidad Argentina en el Mundo del Ministerio de Educación y Deportes de la Nación.
Avances
La finalización del proyecto está prevista para el año 2021 y durante su desarrollo se prevén también actividades extracurriculares, auspiciadas por la Cátedra UNESCO «Agua y Educación para el Desarrollo Sostenible», con sede en la FICH. En tanto, las tareas realizadas hasta el momento incluyeron la elaboración del plan de estudios de la carrera, el análisis de la infraestructura necesaria para la formación práctica de los alumnos, la consolidación de un campo digital para enseñanza e-learning y videoconferencias, y una capacitación que recibieron seis profesionales angolanos en la FICH desde marzo hasta diciembre de 2016.
Gerson Palhares, director general de la ESPB, afirmó: “Este proyecto marcha a buen ritmo y tendrá un impacto muy positivo para Angola, uno de los países con mayor reserva hídrica de África, pero que carece de profesionales especializados. Es por ello que ésta es una cooperación estratégica, especialmente porque la Escuela es muy joven y la FICH es una institución con mucho prestigio académico y científico a nivel internacional, razón por la cual es un privilegio para la ESPB contar con su colaboración”.
Formados en Argentina
“Con relación a los conocimientos adquiridos, la capacitación en la FICH superó nuestras expectativas. Fue muy valioso para nosotros poder combinar la teoría con aspectos prácticos. Trabajamos mucho en la estación meteorológica y con equipos para mediciones hidrológicas, ambientales y topográficas que vamos a utilizar en Angola. En este sentido, creo que el objetivo que nos trajo a Santa Fe se verá positivamente cumplido en nuestro país”, reflexionó Abias Porfirio Cinco Reis, uno de los ingenieros angolanos que participó de la misión.
La capacitación tuvo como objetivo brindarles herramientas teóricas y prácticas para que se puedan incorporar a los equipos docentes de la Licenciatura en Ingeniería de los Recursos Hídricos. Se encuadró en el concepto de «formación de formadores». “Esto significa que los profesionales extranjeros, al tiempo que recibían la formación teórico-práctica en temas de la especialidad, fueron entrenados con grupos de trabajo de la FICH para adquirir la experiencia pedagógica que les permitirá desempeñarse como profesores de la licenciatura en Angola. La capacitación recibida en Argentina se completará en Angola. En efecto, estos profesores primero serán colaboradores de los docentes de la FICH que tengan a su cargo la formación de las dos primeras cohortes de alumnos en la ESPB, instancias en las que podrán consolidar su conocimiento técnico con la experiencia en el trabajo integrado con los alumnos. Una vez finalizado este proceso estarán en condiciones de hacerse cargo del dictado de las asignaturas”, explicó Mario Schreider, docente e investigador de la FICH que coordina el plan de trabajo. Luego añadió: “Este aspecto es clave ya que permitirá brindar sustentabilidad al desarrollo de la carrera”.
El grupo de ingenieros capacitados en la FICH estuvo integrado por Edson Paulino Da Costa Fernando, Alceu Filipe Savilolo Josias, Geraldo Joao Quibelo, Abias Porfirio Cinco Reis, Anselmo Macario Canganjo Lunguana y Antonio Sabastiao Teles Van Dunem.
Adaptarse a la ciudad de Santa Fe, su geografía, su clima y sus costumbres resultó difícil en un comienzo. “Extrañamos a nuestras familias, ya que nunca habíamos tenido una experiencia como ésta, tan lejos del país”, comentó Geraldo. “Tuvimos varias dificultades”, acotó Abias. “La primera fue la adaptación a las condiciones climáticas. En Angola tenemos un clima más cálido y acá encontramos una variación muy grande. También nos costó un poco el idioma y ubicarnos en algunos puntos de la ciudad”, explicó.
Con el tiempo, estas primeras dificultades se fueron superando y lograron integrarse a la vida universitaria. También incursionaron en la práctica de varios deportes y cosecharon amistades. “Hicimos muchos amigos y nos llevamos muy gratos recuerdos, especialmente de personas de pueblos del interior de Santa Fe y de Entre Ríos que vinieron a estudiar a la ciudad”, destacó Anselmo.