Cultura - hay spoilers

Lunes 13 de Febrero de 2017 - 14:23 hs

The Walking Dead: así comenzó la segunda mitad de la 7 temporada

Rick encabeza un desesperado pedido de ayuda

Actualizado: Lunes 13 de Febrero de 2017 - 14:59 hs

La primera parte de la séptima temporada de The Walking Dead, terminó con Rick reencontrando ese valor que había perdido cuando vio morir a golpes a Glenn y Abraham. Esa fortaleza, física y emocional, que lo había caracterizado desde el comienzo de la serie, parecía perdida cuando cruzó su camino con Negan y los Salvadores, el violento grupo que a base de fuerza bruta impone su propio orden social. Rick tardó bastante, pero finalmente decidió tomar el toro por las astas y pedir la ayuda de las sociedades vecinas para hacer con ellas un frente común contra Negan.

Un nuevo grupo se asoma

"Rock in the Road", el noveno episodio de la séptima temporada, encuentra entonces al sheriff convencido de la importancia de juntar fuerzas para declararle la guerra al grupo rival. Con ese fin, Rick se entrevista con Gregory, líder de La Colonia, y luego con el Rey Ezekiel, jefe del Reino. Con Gregory los resultados no son demasiado alentadores, aunque Rick sí recibe el apoyo de algunos hombres y mujeres de ese lugar que están dispuestos a dar pelea. Luego Jesús lo lleva a ver a Ezekiel, confiado en que allí encontrará una respuesta favorable, pero el hombre del tigre también le da la espalda a ese pedido de socorro, priorizando el no querer exponer a su gente a una batalla en la que varios podrían perder sus vidas. Sin ayuda de ningún tipo, obligado a separarse de uno de sus compañeros más confiables (Daryl, al que debe dejar escondido en el Reino), Rick emprende el viaje de regreso con las manos vacías. Pero el episodio termina de forma inesperada cuando los protagonistas son sorprendidos por un nuevo grupo de humanos que van armados hasta los dientes. Amenazado a punta de arma, Rick sonríe de oreja a oreja, sospechando que esos nuevos rivales podrían ser la llave para enfrentarse a Negan.

 

En defensa de la lentitud

La resolución de los conflictos en The Walking Dead, suelen tomarse su tiempo y más allá de los típicos encuentros sorpresa que sirven para presentar a un nuevo villano y golpear con alguna muerte inesperada, no hay enfrentamientos apurados ni peleas improvisadas, siendo ésta una ficción que revela con tiempo y calma, cuáles son los planes de sus protagonistas. Eso no significa que haya, como en Game of Thrones, conspiraciones a largo plazo ni atentados preparados en reuniones secretas, nada de eso, en esta épica zombie los conflictos se resuelven al calor de las armas. Por otra parte, es imprescindible el construir villanos imponentes y cada vez más peligrosos. Desde el Gobernador hasta Negan, no hubo muchos enemigos realmente potentes, y teniendo en cuenta que el grupo de Rick es cada vez más fuerte, es vital presentarles amenazas que puedan estar a la altura de las circunstancias. Por ese motivo, aunque para disgusto de muchos, es que la acción debe avanzar a paso lento pero firme. La primera mitad de la séptima temporada recibió algunas críticas negativas centradas en esas malinterpretada lentitud, casi como exigiéndole a la serie un cambio de registro (que dicho sea de paso, jamás tuvo). Pero ese ritmo pausado es justamente el que le permite a los villanos crecer y a los héroes aumentar su calidad de, justamente, héroes. Si la ficción presentara un sinfín de batallas efímeras de humanos contra zombies, la historia no tendría razón de existir, y teniendo en cuenta que los no muertos, al menos de momento, no tienen capacidad de razonamiento alguna, es inevitable que las luchas se den entonces entre estas civilizaciones improvisadas. Es por eso que esa cuestionada lentitud, es el verdadero corazón de la serie, porque ninguna amenaza puede ser real a menos que sea un verdadero reto el poder eliminarla

Bastó ver este noveno capítulo para deducir que probablemente Ezekiel termine involucrándose en la pelea, que Gregory pierda el control de su gente y que el nuevo grupo armado juegue un rol decisivo, pero eso no le quita atractivo al avanzar de la saga. El ver la manera en la que encajarán las piezas, es el placer de una serie que apuesta por resolver conflictos a largo plazo. La batalla final contra Negan, se intuye, aún está lejos, y antes habrá varias pequeñas escaramuzas previas que servirán para ir preparando el terreno. Por ese motivo es que pedirle "rapidez" a esta historia, sería ir en contra de su propia lógica. Por lo pronto, los nuevos episodios comenzaron y el interrogante a resolver no es cuándo lo matarán a Negan, sino descubrir de qué forma Rick y los suyos lograrán construir el ejército que como ya se sabe, terminará obteniendo la victoria.

Fuente: la nación