Este año pasado debutó en el Ambrogio Racing y el estreno con el equipo radicado en Villa Carlos Paz no pudo ser mejor: ganó en San Martín, Mendoza, en la prueba que abrió la temporada 2016; terminó la misma con otra victoria, en Paraná y, hasta esa última fecha, peleó el campeonato, que se llevó el rionegrino Antonino García (Ford Focus III), con 327,5 puntos, seguido por el bonaerense Martín Moggia (Fiat Linea), con 308,5, mientras que Luque finalizó tercero, con 306 unidades.
Y de cara al certamen de 2017 del TC2000, que se pondrá en marcha el próximo domingo 12 de marzo en el autódromo Oscar Cabalén de Alta Gracia, Córdoba, el santafesino Manuel Nicolás Luque realizó un pormenorizado análisis de la temporada que se fue y de la entrante. "Este año voy por el título", avisó el piloto oriundo de nuestra ciudad, de 22 años.
—¿Cuál es tu balance de 2016?
—El 2016 fue de uno mis mejores años dentro del automovilismo, más allá de los resultados. Primero, por la incorporación que tuve al Ambrogio Racing, que es un equipo de primera ya que, de chiquito, siempre soñé estar en una estructura así, que está en el Súper TC2000, con ingenieros que son conocidos y respetados en el ambiente. Saben muchísimo y siempre tuve la incertidumbre de ver y conocer cómo era trabajar con ellos. La verdad es que aprendí muchísimo a la par de ellos y, también, aprendí mucho viendo a los pilotos del Súper TC2000, que eran (el tandilense) Leonel Pernía y (el parejense) Facundo Ardusso, por lo que el año fue muy bueno por todos estos conocimientos y el aprendizaje que tuve.
Y continuó: "Desde lo deportivo, el 2016 fue excelente también, creo que fue uno de mis mejores años conductivamente. Fue muy bueno en todo sentido, ya que tuvimos una gran performance durante todo el año. Ganamos dos carreras, donde muy pocos repitieron victorias en el año en finales; no los sprints, sino en finales, que son las que realmente importan y nosotros lo pudimos hacer. Por eso tuvimos una gran temporada y creo que si no hubiera sido por la pinchadura de una goma que sufrimos en San Jorge cuando veníamos segundos, salíamos campeones por 20 puntos de diferencia. Son cosas que pasan en las carreras, te puede pasar o no y depende del azar y nos tocó este momento de mala suerte. En total fueron dos o tres carreras donde nos perdimos de sumar lindo y, así y todo, llegamos con chances (de lograr el título) en la última fecha. Así que el año fue muy bueno. En todas las fechas en las que sumamos llegamos entre los cinco primeros en las finales, nunca llegamos más atrás de ellos y esto es otra muestra más que habla del muy buen año que tuvimos en todos los aspectos".
—También se vio un crecimiento en tu aspecto mental para manejar las carreras, ya que fuiste dejando de lado el entrar en roces que podían significar una pérdida grande de puntos.
—Éste fue uno de los aprendizajes más importantes que tuve el año pasado. La primera parte del año no pensaba así... Mejor dicho, lo pensaba y no lo hacía (se ríe). Tuve muchos encontronazos en los sprints, a los que no les daba importancia, ya que dan pocos puntos pero, a la larga, todo suma, y te ayudan a llegar con chances de pelear por el título al final de la temporada. Todo lo que se pueda rescatar en el fin de semana va sumando. Me perdí de sumar en dos o tres sprints por querer ganar una posición que era medio punto, no tenía sentido, por lo que ahí perdimos grandes chances también. Creo que se tiraron muchos puntos...
"Y, después, tuve una caída muy grande, que fue la carrera de Buenos Aires, donde con los kilos (de lastre) no funcionábamos bien. Con 45 kilos el auto no andaba bien, nos pesaban muchísimo. Ese fin de semana de Buenos Aires fue uno de los más malos desde que corro (se ríe) porque, de haber ganado carreras y haber hecho poles, pasamos a clasificar en el 24º puesto, muy atrás... La situación era muy mala, muy rara, no entendíamos el por qué, el auto se comportaba raro y, en esa situación, cuando el auto no estaba, en ese fin de semana por lo menos deberíamos haber llegado y sumar, lo que tampoco hice".
"Por eso digo que tuve una caída muy grande. A partir de ahí, la cosa cambió, en todas las fechas que vinieron llegamos bien y sumamos en los sprints, sumamos en las finales, ganamos e hicimos podios, así que esta segunda parte del año fue mucho mejor. Creo que vino bien esa caída para ver algunas cosas... Empezamos a descontar en el campeonato, donde estábamos a 60 y algo de puntos del líder, y terminamos con 11. Eso habla del crecimiento desde la cabeza que tuve, ya que esa caída me hizo mal pero me cambió, para bien, para la segunda mitad del año. Fue algo malo pero terminó siendo positivo para el futuro".
—Después de esta mala situación en la mitad del campeonato, ¿cuánto incidió el respaldo del Ambrogio Racing para que pelearas el título?
—Mucho. Primero que nada, fue un equipo nuevo en la categoría y, aunque terminó peleando por el campeonato, nosotros teníamos algo de incertidumbre en cómo iban a andar. Pero, la verdad es que ganamos la primera carrera apenas pusimos el auto en la pista. Después encontramos la desventaja de que con los kilos no funcionábamos bien, cada vez que ganábamos o hacíamos un podio nos veníamos automáticamente para atrás con los kilos y el resto no se venía tan para atrás. Así que empezamos a trabajar muchísimo con todo el grupo de ingenieros para ver cuál era el problema y, de a poco, empezamos a revertirlo buscándole la vuelta hasta que la encontramos".
"Por eso, terminamos ganando con 65 kilos en la última fecha, algo que hasta ahora ninguno hizo en la categoría, lo que muestra que se trabajó muchísimo. Fue excelente, porque pusimos mucho empeño y esfuerzo en ver qué era lo que pasaba realmente. Son un equipo ganador y, por eso, el Ambrogio Racing no se va a quedar con los brazos cruzados. Por ejemplo, teníamos este problema y pusieron el 110 % viendo la manera de solucionarlo y, finalmente, se lo pudo revertir".
"Una de las claves del Ambrogio Racing es que está conformado por un gran equipo de trabajo, entre ingenieros, mecánicos y pilotos. Poder lograr un triunfo es la suma del trabajo de todos. Quizás un día vos estás 10 puntos y tenés un auto que está 7, y terminás 6º o 7º; o al revés, tenés un cañón de auto y vos no estás bien, y tampoco ganás. Por eso, se suma el trabajo del piloto, los mecánicos y los ingenieros. Por fin de semana hay 15 pilotos con posibilidades de ganar en el TC2000. Por eso el trabajo en equipo es tan importante porque, hasta el más mínimo detalle (aerodinámico, de estrategia de carrera, o mecánico) cuenta y puede decidir una victoria".
"Los mecánicos trabajan muchísimo y, muchas veces, deciden una victoria también. Ponele que vos traés el auto en una bolsa y en una hora y media tenés otra tanda. Pero te lo terminan y salís a pista. Se quedan a la noche para que el auto esté listo al día siguiente o en plena carrera meten mano en el motor, que está caliente. Es un trabajo clave el que realizan.
—¿Todas las experiencias de 2016 podrán resultar decisivas para lo que viene este año?
—Todo sirve. Todo lo que aprendí el año pasado con los pilotos del Súper TC2000, la tecnología que los ingenieros de esa categoría van volcando al TC2000, me servirá y lo voy a aplicar este año, donde estoy mucho más tranquilo que los anteriores, porque estoy más calmado. Realmente, sé lo que tengo que hacer. Sé que tengo que llegar y sé que tengo que sumar. No hay otra y más por el sistema de kilos y sprints que tiene la categoría, así que llegando y, en buenas posiciones, no hace falta ganar y hacer podios.
"Por reglamento hay que ganar una carrera para estar habilitado para pelear por el título y ser campeón, pero creo que haciendo buenas carreras, sin arriesgar tanto, se puede llegar con lindas chances al final del campeonato. Un ejemplo es lo que hizo Antonino García, donde llegó muchísimo sumando buenos puntos en todas las carreras, por ahí sin llegar tantas veces al podio ni repitiendo victoria salió campeón. Así que, obviamente, esta es la fórmula para pelear un campeonato".
"Otra buena experiencia fue cuando corrí los 200 Kilómetros de Buenos Aires del Súper TC2000 (en 2015, con el puntano Carlos Javier Merlo, con un Fiat Linea del M&M Group) y, también, cuando hice pruebas con un Fluence de la categoría (en Rafaela, para el equipo oficial Renault). ¿Que cuál es la diferencia más grande entre un TC2000 y un STC2000? El frenado. Tienen tanta potencia que, para frenar, tienen que hacerlo antes. Si venís a 280 km/h con un STC2000, no te alcanzan 100 metros como para frenar y doblar, como sí lo hace en esa distancia un TC2000 que viene a 240 o 250 km/h".
"Otra experiencia es cuando corrés con lluvia, no ves nada. Es tanto el spray que se levanta, que no ves por dónde vas. Es más, algunas veces vos frenás pensando que está la curva y, a lo mejor, todavía faltan 200 o 300 metros. Si vas pegado detrás de tu rival, te guiás por su focos traseros y, si llega a seguir de largo en una curva, vos te vas con él (se ríe), porque reitero, no ves...".
—En esta temporada, ¿vas decididamente por el título?
—Sí, este año voy a correr para el campeonato desde la primera fecha, en el (Oscar) Cabalén (el próximo domingo 12 de marzo). Es el objetivo. A cada carrera la haré pensando en la última fecha y cada punto que pierda, lo voy a pensar como que perdí algo valioso. Obviamente que voy a tratar de exprimir al máximo cada fin de semana en cuanto a la clasificación, el sprint y la final, y rescatar todo puntito que se pueda, y tratando de no arriesgar de más. El objetivo es no pararse, para nada, bajo ninguna circunstancia; si tengo que perder el puesto lo vamos a perder, por más que cueste (se ríe).
"Pero va a ser así, correr en función de un campeonato; en 2016 lo hicimos de mitad de año en adelante, por lo que tenemos que aprovechar mi experiencia y la que tuvimos con el equipo y las mejoras que tenemos para este año; así que vamos a tratar de aplicar todo esto".
"Y, este año, correré con el 3, que es el número de la posición en la que terminé el campeonato de 2016. Me ofrecieron del 2 al 99, y elegí el 3. Al número 37 me lo asignaron cuando llegué el año pasado al equipo. Resulta que Marcelo Ambrogio, cuando se sumó al TC2000 años atrás, tenía como piloto a (el cordobés José María) Pechito López, con el Honda Civic blanco que llevaba ese número. Le gustó y quedó, y yo lo usé el año pasado. Pero este año cambio, no da para que ande usando ese número, que es de Pechito (se ríe). Aparte, para la temporada que está por comenzar vengo trabajando en el Centro (de Rehabilitación e Investigación) Laureano Maradona (que cuenta con un módulo para el entrenamiento de pilotos). Durante un tiempo lo hice con Santiago Grassi, que ahora está en los Estados Unidos: a él le hacían hacer ejercicios de reacción en la pileta y, a mí, con volantes. El trabajo que hago es integral, tanto en la parte física, y de gimnasio, como la aeróbica".
—¿Cuáles son las mejoras para este año en los Fluence?
—La verdad es que se mejoró mucho en todo el auto. Por ejemplo, en el equipo se ponían a punto los autos como en el Súper TC2000 y nos costaba funcionar en el TC2000 y, en eso, fuimos aprendiendo que el Súper TC2000 es un mundo aparte, por más que compartan muchas cosas, y fuimos haciendo puestas a punto aparte, distintas y, ahí, fue donde empezamos a pegar el salto más grande. Empezamos a cambiar muchas cosas, como las cargas, distribución de pesos, barras, frenos, ejes nuevos, y se hizo un auto completamente diferente. Tuvimos que cambiar casi todo el auto pero esas pequeñas mejoras nos fueron dando buenos resultados.
"Y, para este año, se mejoraron muchas cosas. El Fluence tiene la desventaja de ser malo aerodinámicamente, porque en la recta no es bueno, es uno de los peores de la categoría, por lo que el equipo hizo este año un trabajo aerodinámico importante para solucionar estos inconvenientes. Así que, de entrada, ya contamos con un paquete de modificaciones aerodinámicas en los Fluence, las que seguramente nos permitirán andar mejor".
—¿El campeonato del TC2000 de este año será tan disputado y difícil como el de 2016?
—Sí, porque el reglamento de la categoría lo hace así. Antonino García habría ganado el campeonato del año pasado con más diferencia de la que la hizo pero el sistema de sprints y de kilos hizo que todo se empareje. Por más que un piloto pueda marcar la diferencia con su auto, la categoría hace que todo se empareje. Por eso el campeonato de 2017 va a ser muy peleado y va a ser difícil tomar una ventaja porque, cuando empezás a tener una buena racha de buenos resultados, automáticamente cargás muchos kilos en el auto y, cuando lo hacés, empezás a pelear posiciones del medio para atrás y se empieza complicar todo el fin de semana. Así que, reitero, seguramente será muy peleado como el del año pasado".
—¿El objetivo final es llegar al Súper TC2000?
—Sí, la idea para 2018 es pegar el salto, lo quiero hacer, y como campeón del TC2000. Si tenemos buenas actuaciones creo que se van a abrir mucho más las puertas para el año que viene. Obviamente para este año ya había chances, pero había que reunir un presupuesto que era imposible, así que ni las consideramos. Por eso, la idea es hacer una muy buena temporada en 2017; si se puede ser campeón, mucho mejor y, a partir de ahí, ver las opciones para 2018.
—¿Te imaginás el año que viene a fondo en la avenida Alem con un Súper TC2000?
—Ojalá pueda pegar el salto y en el mismo equipo en el que estoy, donde me siento muy cómodo. De todos en los que estuve, es en el que más cómodo y bien me siento. Aparte hicimos un buen grupo de amigos con los mecánicos, los ingenieros y con Marcelo (Ambrogio), el director y dueño. Por eso, si pudiera estar en el Súper TC2000 con este equipo, sería mejor.
Por último, Luque dejó su mensaje para sus seguidores de cara al campeonato que está a punto de comenzar: "Ojalá que podamos hacer una buena temporada para darle una alegría a toda la gente que nos sigue. La verdad es que cuesta conseguir un buen resultado en el automovilismo, ya que no es como el fútbol donde ganás o perdés. Cuesta ganar un carrera o lograr un podio. Por eso, cuando se dan estas cosas te acordás de toda la gente que te apoya y te sigue, a la que le alegrás el día. Así que ojalá podamos darle muchas alegrías a la gente de Santa Fe que nos está siguiendo", cerró.