Todo indica que Alesi tuvo un destino fatídico: con sólo un año y cuatro meses, puede haber perecido cubierto por la ceniza despedida durante una enorme erupción volcánica. En un área afectada por sucesivos eventos de ese tipo, su cuerpo se desintegró, pero su pequeño cráneo fosilizado se preservó casi intacto durante nada menos que 13 millones de años. En 2014, John Ekusi, un "cazador de fósiles", lo descubrió en capas de roca del área de Napudet, al oeste del Lago Turkana, en el norte de Kenia.
"John trabaja en el Instituto de la Cuenca de Turkana -cuenta por email Ellen Miller, antropóloga de la Universidad Wake Forest e integrante del equipo internacional que hoy describe el inusual hallazgo enNature -. Él vio la parte superior del cráneo sobresaliendo de la tierra... Tiene una mirada aguzada."
"Alesi" es el apodo que los científicos le pusieron a una nueva especie, Nyanzapithecus alesi (del vocablo "ales": "ancestro" en la lengua de Turkana), cuyo cráneo notablemente completo sugiere cómo puede haber sido un pariente de la base de la familia de los simios vivientes. Sería algo así como un lejano tío abuelo de los humanos y el más completo conocido hasta ahora de un primate extinto de esa antigüedad. La investigación estuvo en manos de un equipo internacional conducido por Isaiah Nengo, de la Universidad Stony Brook, en Estados Unidos, y ayuda a contestar algunas preguntas que se hacían los científicos que estudian la evolución.
"Los fósiles de simio son tan raros, que estamos más que contentos cuando encontramos aunque sea un diente -escribe en un comentario de la misma revista Brenda Benefit, del departamento de Antropología de la Universidad de Nuevo México, Estados Unidos-. El más antiguo que se conoce, de 25,2 millones de años, es apenas una mandíbula. Porciones de cráneos fosilizados y huesos de las extremidades son especialmente escasos y fueron descubiertos para solo un puñado de especies que vivieron en Africa hace entre 23 y 5 millones de años. Nengo y equipo describen un fósil tan raro que nunca pensé que se iba a descubrir en mi vida."
Humanos, monos y simios somos primates. Orangutanes, gorilas, chimpancés y gibones son simios. A diferencia de los monos, no tienen cola. Los simios caminan más erguidos que los monos, son más grandes y poseen un cerebro más desarrollado. También tienen un período de gestación más largo. "Otra diferencia entre monos y simios es el uso de herramientas", apunta Rolando González-José, director del Instituto Patagónico de Ciencias Sociales y Humanas del Conicet (Cenpat).