Llegó el último tramo del año y entre las planificaciones personales -vacaciones, fiestas, encuentros con amigos y familia- y las laborales -nuevos objetivos, evaluación del periodo que termina, etc- es natural sentirnos estresados. Pero estar respaldados por una pequeña hoja de ruta, agenda o plan de trabajo que nos ayude a organizar el año que comienza y encontrar la correcta motivación para afrontarlo serán fundamentales para disfrutar de lo que queda del año.
Desde Workana, la primera red de trabajo remoto e independiente de Latinoamérica, acercan algunas ideas que nos permitirán ganar tranquilidad en estos momentos que pueden resultar agobiantes y emprender el nuevo año como una oportunidad para seguir avanzando.
1. Organizar la agenda
No es necesario esperar a que nuestro jefe o un cliente proponga la agenda de trabajo. Trabajar de manera programada y cumpliendo con distintas fechas límite propias puede ayudarnos a organizar el trabajo de manera que no tengamos que correr a último momento.
2. Definir bien las tareas
Dentro de la programación semanal o incluso diaria, es primordial que sepamos con qué nos vamos a encontrar cada día, cuáles serán nuestras tareas y con qué información debemos contar para poder llevarlas a cabo. También es importante determinar un horario de comienzo y otro de finalización, teniendo especial cuidado de que no se superpongan y en el caso de que lo hagan que sea porque se complementan en la ejecución de un proyecto.
3. Encontrar un tiempo personal
Más allá de definir cuándo trabajar también es necesario decidir cuándo descansar. No sobre exigirse y aprender a reconocer los momentos de ocio necesarios para despejar la mente son clave para recargar energía.
4. Aprender a decir NO
¡A fin de año no somos los únicos estresados! Si sentimos que un superior o cliente nos sobrecarga de trabajo y no disponemos de los recursos o del tiempo físico para llevar a cabo la tarea, es mejor ir con la verdad y no hacer promesas que no podamos cumplir.
5. Auto motivarse
Aprender a innovar en el día a día y a pedir en el espacio laboral desafíos que generen un quiebre en la rutina, pueden ayudar a cerrar el año con la perspectiva de nuevos objetivos más estimulantes para el próximo periodo.