Ignacio Luccisano vive en Buenos Aires pero es santafesino y tras años de trabajo, verá la proyección en su ciudad natal de “Mekong- Paraná: los últimos laosianos”, su más reciente película, que tuvo tres funciones a sala llena en el BAFICI y viene cosechando premios en el extranjero.
Laos es un país asiático que limita con Vietnam, y que quedó atrapado en el conflicto bélico con Estados Unidos. El documental es, en primer lugar, “la historia de una familia de laosianos que escapó de la guerra, vivió tres años en un campo de refugiados en Tailandia, llegó a Argentina y hoy vive en Recreo”, contó su director en diálogo con Todo Pasa.
Los protagonistas son Som Chahn Souvannalath, quien siendo apenas una adolescente huyó “cruzando el río Mekong a la noche, con una prima, flotando con un tronco de banano, mientras los soldados les disparaban (desde la orilla)”; y Phengta Ingthavong. Ya en territorio tailandés, se conocieron y poco después se casaron, y esta historia de resiliencia inicio un nuevo capítulo.
Como la mayoría de los laosianos en el campo de refugiados, la pareja pidió asilo político en Estados Unidos y Francia, pero las respuestas positivas a las solicitudes tardaban años en llegar. Entonces, se abrió la posibilidad de venir a Argentina, aunque la realidad es que “no sabían ni en qué parte del planeta se encontraba”.
De todos los lugares posibles, eligieron nuestra provincia porque, mirando un mapa, “vieron muchos ríos y les hacía recordar a la geografía de Laos”. Por eso también el nombre: “Mekong- Paraná”, porque es el relato de la vinculación entre ambos ríos a través de la experiencia de estos laosianos.
Pero es también un relato de necesidades y de promesas no cumplidas. “Ellos llegan en 1978, en plena dictadura militar. La pasaron bastante mal desde el principio porque les prometieron un montón de cosas que nunca les dieron”, comenta Luccisano. Entonces, se alojaron en unos galpones situados en el puerto de Santa Fe, hasta que les construyeron casas en el vivero provincial, en Recreo. De las cinco familias iniciales, sólo quedó una: la de Som y Phengta.
Consultado sobre el disparador del documental, el cineasta rememoró: “En 2010 estaba en un verano en Santa Fe y leí una nota en el diario que le hacían a Susana Persello”. La escritora había sacado su libro “Los días de sol” y ahí él vio “algo para hacer”.
“Era muy cinematográfico todo: cómo se habían escapado, cómo habían llegado. Ellos nunca más vieron a sus padres, nunca pudieron volver”, contó.
Mekong- Paraná… será proyectada el sábado 18 de agosto a las 20:15 en el auditorio del Parque de la Constitución. Mientrás que la segunda función fue reprogramada para el martes 21 de Agosto a las 20:15 en el cine América.
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