Aluminé recibió un trasplante de hígado con 27 días de vida y un peso de 2.5 kg. Ocurrió en el Hospital Universitario Austral, su papá fue el donante.
En la Argentina,sse hacen trasplantes con donante vivo en chicos pero este caso es inédito por el bajo peso y tamaño.
Aluminé nació en Comodoro Rivadavia, Chubut, y fue derivada al Hospital Universitario Austral por un cuadro de comienzo neonatal con colestasis y alteraciones vasculares hepáticas.
El Dr. Martín Fauda, Médico Cirujano del Servicio de Cirugía y Trasplante Hepático explicó: “El diagnóstico de Aluminé fue una hepatitis aloinmune neonatal y se iniciaron diversos tratamientos, pero no se logró respuesta. Por presentar una evolución desfavorable, a los 27 días de vida se tomó la decisión de realizar un trasplante hepático”. Es la paciente con menor peso trasplantada que se ha reportado a en la Argentina, y una de las de menor peso a nivel mundial.
Trasplantar pacientes de tan bajo peso se asocia a altas tasas de morbi-mortalidad, requiere un gran desafío quirúrgico y un abordaje multidisciplinario donde todos los actuantes son fundamentales para asegurar el éxito en esta cirugía.
“En el Hospital Austral hemos realizado 14 trasplantes pediátricos en este año con donante vivo relacionado, dos de los cuales con técnica similar a la de Aluminé (hiperreducción). Los resultados han sido excelentes, con 100 % de sobrevida en los bebes y sin complicaciones de sus donantes”, afirmó el Dr. Fauda.
Nancy y Alejandro, sus papás, aseguraron que estaban preparados porque sabían que podía darse la posibilidad del trasplante. Alejandro, aseguró: “Yo ya estaba contento sabiendo qué era lo que tenía y si el trasplante era la solución yo estaba feliz, no me importaba nada. Lo único que quería era verla bien.”
A los pocos días, la familia pudo pasar a una sala común, y tanto Aluminé como su papá encaminar una vida normal. Tras el trasplante, sus padres decidieron ponerle Renata de segundo nombre, que significa nacida por segunda vez. “Se recuperó muy rápido, fue impresionante cómo evolucionó. Cuando empezaron a sacarle las cosas que tenía conectadas empezamos a respirar tranquilos. Tenemos otro hijo, Renzo, que nos estuvo esperando todo este tiempo”, expresó Alejandro.