Uno de los testigos más importantes del caso por la desaparición de María Cash en 2011 volvió a contradecir ahora al camionero Héctor Romero, detenido e imputado en la causa esta semana, al sostener que la joven diseñadora “nunca pasó por donde él dijo”.
Ramón Crespín es el dueño de una gomería cercana a donde Romero había manifestado al principio de la causa, en julio de 2011, que dejó a María Cash luego de levantarla kilómetros atrás. Con el reinicio de la investigación, su papel volvió a ser fundamental para la detención del camionero.
Desde un comienzo Crespín sostuvo que nunca vio a la joven y ahora, 13 años después, lo ratificó: “Al señor (Romero) no lo conozco. Acá en la gomería nunca paró. Puede haberla dejado donde él menciona, pero ella debería haber pasado caminando por acá. Y como digo, los perros son como un timbre. Pasa alguien, ladran y nosotros salimos. Por acá María nunca pasó”.
Romero sostuvo en sus testimoniales que llevó a Cash desde la rotonda de Torzalito hasta la gruta de la Difunta Correa. Aun así, el dueño de la gomería confirmó que nunca vieron a la joven y que se enteraron del caso por los medios de comunicación.
“En ese tiempo, acá estaban mi papá, mi hermano, una señora que vendía velas junto a mi papá en la gruta de la Difunta Correa. Hay hombres que hacen dedo. Pasan bicicletas, alguno pide agua. Pero mujeres no pasan”, contó Crespín en diálogo con un canal porteño.
Tras el reinicio de la causa, el hombre fue citado para que vuelva a dar testimonio. Según señaló, dijo lo mismo que en 2011: “No puedo decir otra cosa o inventar algo que no es”.
Por último, sobre el caso, expresó: “Pensaba que no iban a seguir investigando el caso. Ojalá, por la familia de ella, que se llegue a la verdad”.
Este miércoles se confirmó que el camionero seguirá detenido con prisión preventiva luego de que la Justicia lo haya imputado por el delito de homicidio calificado con alevosía.
Para Eduardo Villalba, fiscal de la causa, Romero "le quitó la vida" a Cash y "actuó solo".